Insiste en que las acusaciones de fraude electoral son "mentiras"


MÉXICO DF, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Pedro Joaquín Coldwell, ha anunciado este lunes el inicio de la defensa legal de la victoria del candidato presidencial de la formación, Enrique Peña Nieto, en los comicios celebrados el pasado 1 de julio en México, reiterando que las acusaciones de fraude electoral son "mentiras".

En una rueda de prensa celebrada en la capital mexicana, Coldwell ha informado de que un grupo de juristas, liderado por Jesús Murillo Karam, se encargará de la defensa legal de la victoria de Peña Nieto ante las instituciones electorales, basando su argumentación en seis puntos concretos.

En primer lugar, se encargarán de desmantelar la acusación realizada por el candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que el PRI había comprado cinco millones de votos, regalando bonos de supermercado, tarjetas telefónicas y materiales de construcción a los electores a cambio de su apoyo en las urnas.

"Es absurdo suponer que uno de cada diez votos ha sido comprado", ha esgrimido Coldwell, recordando que se emitieron más de 50 millones de sufragios. "(De ser así), también habría millones de testigos", ha considerado, en declaraciones recogidas por el diario 'Milenio'.

A este respecto, ha aludido a la supuesta reunión que Peña Nieto mantuvo con los gobernadores del PRI para determinar el número de votos que debía comprar cada uno para garantizar su victoria, considerando que dicha denuncia ha quedado desmontada por el hecho de que el PRI ha perdido en los estados mencionados y, en cambio, ha ganado en los gobernados hasta ahora por otros partidos políticos.

Además, se ha referido a la acusación de que el PRI sobrepasó "con mucho" los límites de gasto establecidos en la legislación mexicana para las campañas electorales y de que el dinero utilizado para ello era de procedencia ilícita, indicando que el partido político solicitó una auditoría antes del arranque de la campaña electoral que recibió el visto bueno de las autoridades.

Coldwell ha rechazado también la denuncia de que el PRI manipuló los medios de comunicación para que anticiparán su victoria con la publicación de sondeos sobre intención de voto falsos, recordando que, precisamente, los legisladores progresistas impulsaron en 2007 una reforma legislativa para garantizar la equidad de la información durante las campañas electorales.

"Lo que le pasa a López Obrador es que le molesta la diversidad y la pluralidad de los medios de comunicación. Quisiera que todos estuvieran exclusivamente a su servicio. Ya vimos que si lo apoyan son medios progresistas y si lo critican son medios colonizantes", ha dicho, en alusión al ataque contra el diario español 'El País'.

Por todo ello, el líder del PRI ha considerado que "todas las acusaciones del Movimiento Progresista son mentiras" y, por tanto, que "el único fraude electoral es pretender invalidar sin pruebas y sin razón legal el voto legítimo, libre y secreto de más de 50 millones de mexicanos".

Así, ha instado a López Obrador a respetar el resultado electoral, recordando el "comportamiento democrático" que tuvo el PRI al reconocer su derrota en los comicios de los años 2000 y 2006, que supusieron su salida de la Presidencia de México tras 71 años.

IMPUGNACIÓN ELECTORAL

Este lunes el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJEF) ha admitido a tramite las 355 solicitudes de impugnación presentadas por diversos actores políticos por las irregularidades que se habrían producido en las elecciones presidenciales.

Hacia finales de agosto o principios de septiembre se conocerá si los magistrados encargados de analizar las solicitudes de impugnación declaran la nulidad total o parcial del proceso electoral o si ordenan que se realice nuevamente el recuento de todas las actas, tal y como han exigido algunos partidos políticos.

Además de estas solicitudes de impugnación, el Movimiento Progresista presentó la semana pasada una demanda ante el Instituto Federal Electoral (IFE) para impugnar totalmente los comicios, basándose en las acusaciones mencionadas.

Enrique Peña Nieto ganó los comicios con el 38,21 por ciento de los votos, sumando más de 19,2 millones de votos, mientras que López Obrador obtuvo el 31,59 por ciento, unos 15,8 millones de sufragios, según el último recuento del IFE.