MÉXICO DF, 4 Ago. (Reuters/EP) -
El presidente mexicano, Felipe Calderón, tendrá que reorganizar su Gobierno después de que varios altos mandos de la fiscalía general dimitiesen, un hecho que debilita y deriva de la lucha por derrotar a las poderosas bandas del narcotráfico, que en lo que va de año han acabado con la vida de 1.900 personas.
Una acción sorpresa fue la retirada de uno de los altos cargos de la Procuraduría General de la República (PGR), José Luis Santiago Vasconcelos, quien en breve dejará su cargo junto con otros cinco funcionarios, según informaron hoy desde el Gobierno.
Santiago ocupaba la subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales de la fiscalía desde hace dos años. En enero denunció varias amenazas de muerte por parte de bandas del narcotráfico.
"Santiago Vasconcelos tomó la decisión de retirarse de la institución a la que ha entregado su talento y energía en los últimos 20 años de su vida, para iniciar nuevos proyectos personales y profesionales", señaló la fuente gubernamental. "Es uno de los expertos más reconocidos que existen a nivel internacional en la lucha contra la delincuencia organizada", agregó.
Santiago ocupó también la subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) y encabezó investigaciones contra el narcotráfico y procesos de extradición de delincuentes.
El Gobierno de Calderón ha repartido ya por todo el país, principalmente en las zonas de mayor influencia del narcotráfico, a miles de soldados y policías para combatir el crimen organizado y la violencia derivada de los enfrentamientos entre los cárteles por las rutas de la droga hacia Estados Unidos.