Actualizado 30/01/2016 21:30

Milagro Sala, la dirigente social argentina que divide opiniones

Milagro Sala
TÉLAM

   BUENOS AIRES, 30 Ene. (Notimérica) -

   La referente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, enfrenta a día de hoy opiniones entre los argentinos. Ocupa el centro de la polémica debido a la situación judicial que atraviesa, debido a su primera detención por "instigación al delito y tumulto", y ahora permanece en esa situación por una supuesta "administración irregular de fondos destinados a la construcción de viviendas".

   Los fuertes lazos que la unían al gobierno kirchnerista por más de una década le llevaron a la Tupac Amaru la administración de fondos suficientes para construir 8.000 viviendas y ha llevar a cabo obras comunitarias en Jujuy y otras provincias.

   A su imagen de piquetera combativa, Sala le adosó un perfil de dirigente social con iniciativa y capacidad de gestión. El ex gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri (FpV), invitado a recorrer las obras en Alto Comedero el año pasado reconoció en ella un liderazgo. "Estas personas, antes no tenían atención médica, ni trabajo y hoy miles y miles, de la mano de la organización Tupac Amaru y de Milagro, logran dignidad", afirmó entonces Urribarri.

   Según recoge Télam, siempre que recuerda los inicios de la Tupac, Sala habla del día que le ganó una apuesta a Kirchner por terminar en tiempo récord el primer plan federal de emergencia habitacional en Alto Comedero, lo que le valió una asignación doble de recursos.

   Por eso, con el correr de los años y a fuerza de "laburo", como le gusta decir a Sala, la organización fue creciendo pero los vínculos nunca terminaron de sellarse con la ciudadanía jujeña, tal vez, por las formas duras de protesta de su organización en donde los piquetes fueron una constante, como los intentos de presionar a la Justicia.

   Por otro lado, el notable poder de convocatoria que supo tener Sala en la era kirchnerista motivó un sinfín de acusaciones de sus opositores, entre ellos del propio ahora gobernador Gerardo Morales, que aún sostiene que obliga a sus integrantes a acudir a las marchas bajo amenazas, y de fomentar el clientelismo político.

   Si hay algo que caracteriza a Milagro Sala es su militancia y la lucha a favor de la clase trabajadora, la cual lleva en la piel desde que se enroló en la CTA en su juventud, y es probable que haya una cuota de su personalidad vinculada con su infancia, la que vivió en el barrio Bajo Azopardo, de San Salvador de Jujuy.

   Milagro Sala está casada con el periodista Raúl Noro, y su madre adoptiva le escribió una vez una carta a Eva Perón y le llegó una máquina de coser Singer que la utilizó para trabajar.

   Cuando tenía 15 años descubrió que era adoptada y que su madre biológica la había dejado abandonada dentro de una caja de cartón frente a un hospital.

   Sala conoció de cerca la "ley de la calle" porque se movió por años entre personas de mal vivir, vendedores de droga, y prostitutas del "bajo". También supo ganarse el pan como lustrabotas y hasta llegó a robar con sus amigos.

   Cuando cayó detenida, a los 18 años, encabezó una huelga de hambre para lograr que se permitiera cocinar a las presas, para una mejor alimentación a igual costo. Meses después, y con la ayuda de conocidos, pudo cambiar su situación y salir de ese entorno.

   A día de hoy, se cree que la situación en la cárcel, asociada a diversos sentimientos de injusticia, la marcó fuerte y es el motivo para explicar su incorporación a la CTA. Más tarde, llegó a ser delegada de la ATE, gremio con el cual mantiene una fuerte unidad en la lucha que, incluso hoy se refleja en la Plaza Belgrano donde, a pocos días de la asunción de Morales como gobernador, la referente tupaquera junto con la Red de Organizaciones Sociales, decidió montar un acampe para exigir "diálogo" frente al temor que cierren cooperativas y dejen de distribuir la copas de leche.

   La Justicia le inició una causa por "instigación a cometer delitos" y "tumultos" y esto derivó en su detención el pasado 16 de enero, por la que ahora cesó su arresto, pero el juez Gastón Mercau resolvió que Sala siga detenida en el marco de una nueva causa en la que se investiga la supuesta "irregular administración de fondos destinados a construcción de viviendas" sociales.

   Además está procesada por instigar a un escrache al propio Morales en el 2009 en una causa que lleva adelante el Tribunal Oral Federal. Registra también una imputación por "supuestas amenazas" contra dos oficiales de policía de la Seccional 56, de Alto Comedero, a quienes habría amenazado con hacer volar esa comisaría en el 2014.