Actualizado 19/03/2016 18:44

Morales pide una reunión urgente de Unasur para "defender" la democracia brasileña

Evo Morales y Lula da Silva durante un encuentro en Brasil en mayo de 2015
STRINGER BRAZIL / REUTERS

   SUCRE, 19 Mar. (Notimérica) -

   El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha pedido este sábado una reunión de emergencia de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), con el objetivo de "defender la democracia de Brasil", que según ha señalado el mandatario, estaría amenazada por las "oligarquías y el imperio norteamericano".

   En un acto realizado en la ciudad de El Alto (ubicada en la provincia de Murillo), Morales ha señalado que la "paz social, el principal patrimonio de la región, está amenazada por estas acciones".

   En declaraciones recogidas por la agencia estatal 'ABI', el jefe de Estado ha instado a sus homólogos en la región a llevar a cabo "una reunión de emergencia de Unasur para defender la democracia en Brasil, a la compañera Dilma, la paz en Brasil, al compañero Lula y a todos los trabajadores".

   El político se ha referido también a la situación de Venezuela y ha afirmado que los "grupos oligárquicos, con el apoyo de Estados Unidos, pretenden acabar con las democracias y la paz social".

   "Imagínense que en algún país de Sudamérica vuelvan enfrentamientos armados, porque nuestro continente América tiene un patrimonio que es la paz, aunque falta la justicia social", ha continuado Morales.

   El presidente recordó épocas anteriores en las que, según su criterio, "gobernaron las oligarquías, el capitalismo y el imperialismo".

   En este sentido, Morales expresó su solidaridad con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff y con el expresidente brasileño, Lula da Silva, del que dijo que "las fuerzas conservadoras están intentando inhabilitar".

   "Esperamos que nuestro presidente de Unasur, presidente Tabaré Vázquez, de Uruguay, y todos los presidentes rápidamente nos movilicemos para defender nuestras democracias", ha concluido Morales.

   El Gobierno brasileño confirmó este miércoles la incorporación del expresidente como ministro de la presidencia, con el objetivo de covertirle en un aforado y evitar las investigaciones que implicarían a Lula en la operación 'Lava Jato'.

   Esta decisión ha desatado la polémica en el gigante americano, donde la población se encuentra dividida entre aquellos que apoyan al exmandatario y los que reclaman el fin de la impunidad en el país.