Actualizado 20/12/2016 18:49

Navidad sin luces en Venezuela

Navidad
REUTERS

   CARACAS, 20 Dic. (Reuters/Notimérica) -

   Cuando millones de personas tienen problemas para comprar comida en medio de la crisis venezolana, la Navidad no se vislumbra como una época feliz para muchas familias que encuentran imposible comprar regalos, decorar sus casas y hasta preparar la cena de Nochebuena.

   Acercándose a su tercer año de recesión, Venezuela sufre de escasez y una inflación de tres dígitos que han obligado a un número creciente de padres a simplemente cancelar los festejos.

   El panorama del 2016 se ensombreció aún más con una ola de saqueos y disturbios que azotó a varias ciudades del país el pasado fin de semana, dejando tres fallecidos, cientos de detenidos, un gran número de comercios arruinados y poblados militarizados

   "El año pasado compré de todo para mi hija. Este año tuve que decirle que está muy difícil y que no va a llegar el Niño Jesús", dijo Dileida Palacios, de 40 años. En Venezuela, los niños tradicionalmente le piden sus regalos al Niño Jesús, aunque también a Santa Claus o San Nicolás.

   Según una encuesta reciente de Ratio/UCAB y la firma Econoanalítica, alrededor del 38,5 por ciento de los venezolanos piensa que esta Navidad será peor que la pasada, y un 35 por ciento considera que serán las peores de sus vidas.

   Caracas, por ejemplo, se preciaba por exponer lucidas decoraciones con intrincadas tramas de luces y adornos. Pero este año la ciudad se ve apagada. Muchos comercios están vacíos, cerrados o tienen a la venta juguetes, árboles y comida navideña, como la tradicional hallaca, a precios excesivos.

SIN CARTAS A SANTA CLAUS

   El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusa a los empresarios y a la oposición de querer arruinarle la Navidad a los 30 millones de venezolanos, especulando y acaparando con los productos.

   "No le hagan cartas a Santa Claus porque no les va a llegar nada. En Venezuela llegará el Niño Jesús, y en todo caso San Nicolás", indicó.

   A pesar de los disturbios recientes, el Gobierno ha mantenido su agenda regular de festejos, conciertos, encendidos de luces e incluso --en un movimiento más controversial--, empezó a distribuir casi 4 millones de juguetes que confiscó a una importadora local.

   Sus críticos aducen que Maduro quiere distraer a la fuerza a los venezolanos de los profundos problemas de su país. "Al Niño Jesús hay que protegerlo, ¿verdad?", señaló la semana pasada el mandatario al respecto del decomiso.