Actualizado 31/07/2009 02:40

Nueva batalla por impuesto exportacines soja Argentina

Por Helen Popper

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Los productores agropecuarios de Argentina pueden pensar que llevan las de ganar en su reclamo de bajar los impuestos a las exportaciones de soja, pero el Gobierno les dará pelea pese a la derrota en las elecciones el mes pasado.

La presidenta Cristina Fernández perdió el control del Congreso en las elecciones legislativas del 28 de junio, lo que alimentó las expectativas de los productores de reducir los multimillonarios impuestos que desataron una prolongada huelga, bloqueos de carretera y una crisis política el año pasado.

Alentados por los cambios en el escenario político, los líderes agropecuarios endurecieron sus críticas al Gobierno en los últimos días y están reclamando a la oposición que apoye sus demandas para reducir los impuestos de bienes agropecuarios, desde la carne hasta el aceite de soja.

"No hay más margen para la cosmética y el maquillaje. Ni ellos tienen margen político, ni nosotros podemos seguir esperando", dijo esta semana Eduardo Buzzi, líder de la Federación Agraria Argentina, en un discurso en la principal exposición anual del sector, en la ciudad de Buenos Aires.

Legisladores de la oposición, muchos de los cuales estuvieron del lado de los productores durante el conflicto, están estudiando varias propuestas para reducir los impuestos y el Gobierno convocó a los líderes agropecuarios para una reunión por primera vez desde su derrota electoral.

SE BUSCAN ALTERNATIVAS

Los legisladores del partido gobernante dicen que la oposición no indicó cómo llenará el hueco en las finanzas del Estado al recortar los impuestos a las exportaciones, que fueron introducidas como una medida de emergencia luego de la crisis económica en 2001/02.

Los legisladores oficialistas dijeron que están abiertos a apoyar recortes de impuestos al maíz y al trigo, pero consideran que los de la soja deben permanecer en los niveles actuales, una alternativa relativamente poco costosa ya que las ventas externas de trigo y maíz caerían por segundo año consecutivo.

El Gobierno podría estar pensando en revivir una oferta de recortar los impuestos para productores de baja escala o subsidiar los costos de transporte, y los medios locales dicen que las autoridades propondrán cambios en los mercados de carne y leche durante el encuentro del viernes con los productores.

Patricia Bergero, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario, estimó el total de los impuestos a las exportaciones de trigo y maíz del ciclo 2008/09 en 400 millones de dólares, aunque podría haber sido superior si los cultivos no hubieran sido afectados por una sequía.

Pero reducir los impuestos a la soja, la exportación que más ingresos representa para el país, sería un punto álgido.

Los ingresos provenientes de las exportaciones de la oleaginosa, el principal cultivo del país y la mayor fuente de ingresos, llegarían a unos 5.000 millones de dólares este año, más de 10 veces superior a las del trigo y el maíz juntos.

"Evidentemente es posible que haya algunos gestos, acciones simbólicas (...), pero las cosas están para la pelea", dijo a Reuters el analista político Manuel Mora y Araujo.

"El Gobierno va a tratar de mantener las retenciones (impuestos a las exportaciones) lo más alto posible. En realidad, se podría decir que casi no tiene muchas alternativas porque el impacto fiscal es muy grande", agregó.

SOJA, LA CLAVE

Los productores quieren que los impuestos del maíz, el trigo y el girasol sean eliminados y argumentan que sólo eso sería suficiente para alentar a los productores a sembrar esos cultivos en lugar de la soja, que es más rentable.

Para los productores, el impuesto a las ventas de soja debería bajar 10 puntos porcentuales al 25 por ciento, y los impuestos al aceite y harina de soja deberían ser llevados a cero.

Esta medida le costaría al estado cerca de 1.800 millones de dólares, dijo a Reuters Ernesto Ambrosetti, analista de la Sociedad Rural Argentina, una de las agrupaciones enfrentadas con el Gobierno.

"La soja va a ser la discusión porque hoy en día el Gobierno argentino es soja-dependiente (...). 1.800 millones menos en el año que viene, comparado con este año, no es tan dramático. Lo que pasa es que hay que analizar el gasto público", dijo.

Sin embargo, las finanzas están ajustadas y el Gobierno va estar reticente a perder una fuente segura de ingresos, en momentos en que la economía se desacelera.

La tercera economía de Latinoamérica permanece al margen de los mercados globales de crédito debido a una disputa con tenedores de bonos en cesación de pagos que rechazaron un canje de deuda en el 2005 y el país debe enfrentar pagos de deuda por 20.000 millones de dólares hasta el 2010.

(Traducido por Karina Grazina; editado por Mónica Vargas)