WASHINGTON, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Loretta Lynch ha tomado posesión este lunes como fiscal general de Estados Unidos y ha aprovechado su primer discurso en el nuevo cargo para lanzar un alegato en favor del equilibro entre "seguridad nacional" y "libertades civiles".
"Bien, aquí estamos", ha dicho Lynch entre risas, después de jurar el cargo ante el vicepresidente, Joe Biden. Detrás quedan cinco meses de bloqueo partidista en el Senado, donde la candidata propuesta por el presidente, Barack Obama, tuvo que esperar más que los siete fiscales generales anteriores juntos.
Los republicanos mantuvieron congelada la votación mientras exigían la inclusión de medidas contra el aborto en una propuesta de ley relativa a la protección de víctimas del tráfico de personas. Los dos partidos resolvieron sus disputas la semana pasada y Lynch pudo ser aprobada el jueves.
Biden ha resumido con un "ya era hora" el hartazgo del Gobierno ante este bloqueo. Lynch, de 55 años, será la primera mujer afroamericana en liderar el Departamento de Justicia y sustituirá en el cargo a Eric Holder, que dimitió en noviembre de 2014.
PROMESAS
En su primer discurso, la nueva fiscal general ha abogado por prometer a "los más vulnerables" de la "esclavitud moderna", por "proteger el creciente cibermundo" y por combinar políticas antiterroristas con respeto de "libertades civiles".
"Amigos, podremos hacerlo como hemos hecho todas las cosas, sean grandes o pequeñas: trabajando juntos, avanzando y usando la justicia como brújula", ha destacado Lynch, que ha rememorado su pasado familiar humilde para subrayar: "Podemos hacer cualquier cosa".
Los medios estadounidenses a la nueva jefa de la Justicia como una mujer con experiencia y aparentemente menos controvertida que su predecesor, que no dudó en enfrentarse con los republicanos en varias ocasiones.