Actualizado 23/07/2009 04:04

Nuevo plan Arias Honduras mantiene regreso Zelaya

Por Esteban Israel y Marco Aquino

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, presentó el miércoles una nueva propuesta al Gobierno de facto de Honduras y delegados del depuesto presidente Manuel Zelaya, en la que mantiene el regreso del mandatario al poder como punto básico para salir de la crisis.

El plan propuesto por Arias, mediador en la peor crisis en América Central en las últimas dos décadas, propone reinstaurar a Zelaya el 24 de julio, formar un gobierno de unidad nacional hasta el final de su mandato en enero y formar una comisión de verificación que monitoree el cumplimiento del acuerdo.

"No hay mucho más que discutir. Este es un acuerdo balance, equilibrado, moderado. La alternativa anterior a este acuerdo era la restitución incondicional del presidente Zelaya", dijo el mandatario costarricense y Premio Nobel de la Paz tras leer el proyecto de lo que llamó Acuerdo Político de San José.

Pero antes de la reunión y mientras la comunidad internacional presiona por la restitución, el canciller interino Carlos López, dijo que el Gobierno sigue rechazando el el regreso de Zelaya.

"Esa hipótesis de un posible retorno del señor Zelaya a ocupar la presidencia de la república está descartado", dijo López antes de viajar a San José.

Zelaya reiteró el miércoles que, si no se alcanzaba un pronto acuerdo para su vuelta al poder, iba a regresar por la fuerza a su país a pesar de una orden de captura en su contra y de las advertencias de la comunidad internacional de que su llegada podría desencadenar un baño de sangre.

"Estamos convocando a las fronteras (...) a los miembros del pueblo para que nos acompañen en una entrada al país, donde las Fuerzas Armadas han dicho que van a disparar y que nos van a asesinar en la entrada", aseguró Zelaya a la radioemisora española Cadena Ser.

El mandatario, que comenzó a provocar tensiones en su país cuando a mitad de su mandato dio un giro político y se alió al presidente venezolano Hugo Chávez, ha pedido a Estados Unidos endurecer las medidas de manera individual contra quienes participaron del golpe del 28 de junio.

ALGUIEN TIENE QUE CEDER

Washington, que ha cortado la ayuda militar y amenaza con retirar también la ayuda económica, dijo que apoyaba totalmente las gestiones de Arias. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, ha advertido que habrá consecuencias para Honduras si no se llega a un acuerdo.

"La secretaria fue muy clara (...) en que es importante que el régimen de facto dar una mirada seria a los esfuerzos de mediación del presidente Arias", dijo el portavoz del Departamento de Estado Robert Wood a periodistas.

Micheletti ha rechazado de plano el regreso al poder de Zelaya, que fue expulsado del país hace más de tres semanas a punta de pistola por supuestamente haber violado la ley al intentar consultar a la población sobre una reforma constitucional que permita la reelección presidencial.

Arias advirtió que las partes deben ceder para poder salir de la crisis en el país centroamericano, donde más de 70 por ciento de la población vive en la pobreza.

"Ninguno de los dos sectores del conflicto prevalecerá. La victoria será a medias para ambos o no será para ninguno", dijo.

En las calles de Tegucigalpa, unos 400 partidarios de Zelaya marcharon una vez más exigiendo el retorno del mandatario, al que quieren esperar en algún punto de la frontera cuando se decida a regresar.

"Estamos esperando instrucciones y hasta este momento las instrucciones son ir a recibirlo a una de las fronteras", dijo Dagoberto Suazo, uno de los líderes del movimiento por la restitución del mandatario.

Simultáneamente, miles de simpatizantes del Gobierno de facto se reunieron en el centro de la ciudad vestidos de blanco y con banderas de Honduras y camisetas de la selección de fútbol en la llamada manifestación "por la paz".

Algunos llevaban carteles con leyendas como "Yes we could" ("Sí pudimos", en inglés) o "No queremos a Mel", el sobrenombre del presidente Zelaya. Otros eran contra Chávez, a quien muchos ven como el culpable de la crisis hondureña.

Las Naciones Unidas y la comunidad internacional advirtieron al Gobierno de facto que debe permite el regreso de Zelaya al poder, mientras que Estados Unidos, la Unión Europea y organismos de crédito cortaron desembolsos financieros al empobrecido país como medida de presión.

El Gobierno de facto desplegó en los últimos días soldados en distintos puntos del país por si el derrocado presidente cumple con su promesa de regresar a tierra natal.