Publicado 12/05/2015 13:59

Un nuevo radiotelescopio permite ver todo el cielo de una vez

Antenas de la OV-LWA con el centrod e la Vía Láctea de fondo
CALTECH

MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo conjunto de telescopios de radio, operado en el Observatorio de Owens Valley Radio, tiene la capacidad de observar todo el cielo en longitudes de onda de radio con una velocidad sin igual, ayudando a los astrónomos a buscar objetos y fenómenos de pulso, parpadeo, llamarada, o explosión.

La nueva herramienta, la matriz de larga longitud de onda (OV-PVT), ya está produciendo vídeos sin precedentes del cielo. Los astrónomos esperan que les ayude a reconstruir una imagen más completa del universo temprano y aprender sobre la interacción entre estrellas cercanas y sus planetas que orbitan.

"Nuestro nuevo telescopio nos deja ver todo el cielo de una vez, y podemos captar imágenes de todo instantáneamente", ha apuntado Gregg Hallinan , profesor asistente de astronomía en el Caltech.

Combinando el poder de observación de más de 250 antenas repartidas a lo largo de una zona desértica --equivalente a unos 450 campos de fútbol--, el OV-LWA es singularmente sensible a las señales de radio variables, tales como las producidas por los púlsares, las erupciones solares y auroras en planetas distantes.

Los expertos indican que la nueva matriz produce 25 terabytes de datos cada día, por lo que es uno de los telescopios que produce una mayor cantidad de datos y de manera más intensa en el mundo. A efectos comparativos, se necesitarían más de 5.000 DVDs para almacenar lo obtenido en un día.

Es un superordenador desarrollado por la Universidad de Harvard quien se encarga de almacenar todos los hallazgos. Para ello, se utilizan unidades de procesamiento de gráficos similares a los utilizados en los juegos de ordenador modernos para combinar las señales de todas las antenas en tiempo real. Estas señales combinadas se envían luego a un segundo grupo informático, el monitor transitorio All-Sky (ASTM) en Caltech y JPL, que produce las imágenes del cielo en tiempo real.

UNA GRAN PROMESA

Hallinan asegura que OV-LWA representa "una gran promesa para los estudios cosmológicos" y puede permitir a los astrónomos "observar el universo temprano y cómo evolucionó con el tiempo". "Los científicos podrían ser entonces capaces de aprender cómo y cuándo se formaron las primeras estrellas del universo, así como las galaxias y agujeros negros", ha apuntado.

El período de formación en el que se produjeron estos hechos está envuelto en una niebla de hidrógeno que es opaca a la mayoría de la radiación. Incluso a los aparatos más poderosos, como telescopios ópticos e infrarrojos que no pueden buscar a través de la niebla. Al observar el cielo en las frecuencias de radio, sin embargo, los astrónomos pueden ser capaces de detectar señales de radio débiles desde el tiempo del nacimiento de esas primeras estrellas y galaxias.

"El mayor reto es que esta radiación débil existente desde los inicios del Universo es oscurecida por la emisión de radio de nuestra propia galaxia, que es cerca de un millón de veces más brillante que la propia señal, así que tienes que tener datos muy cuidadosamente medidos para verlo" ha apuntado Hallinan.

Para el científico, "esta es una de las metas principales de esta colaboración para tratar de conseguir la primera medida estadística de la señal débil de nuestro amanecer cósmico". El consorcio incluye a astrónomos de Caltech, JPL, de la Universidad de Harvard, la Universidad de Nuevo México, Virginia Tech, y el Laboratorio de Investigación Naval.