Actualizado 22/07/2009 18:09

Nuevo test permitiría el diagnóstico temprano del Alzheimer

Por Julie Steenhuysen

CHICAGO (Reuters/EP) - Proteínas presentes en el cerebro y la médula espinal permitirían detectar con precisión la enfermedad de Alzheimer en estadio temprano y allanarían el camino para el desarrollo de mejores medicamentos, informaron investigadores suecos.

Varios equipos han estado trabajando en la búsqueda de formas más adecuadas de identificar el Alzheimer en estadios tempranos, con la esperanza de poder crear fármacos para combatir la condición neurodegenerativa antes de que cause demasiado daño.

"Confirmamos en un estudio amplio multicéntrico que esos indicadores (del fluido cerebroespinal) identificarían la enfermedad de Alzheimer en estadio temprano, lo que se había sugerido en investigaciones previas más pequeñas", indicó el doctor Niklas Mattsson, de la Universidad de Gotemburgo en Suecia.

El estudio de Mattsson fue publicado en Journal of the American Medical Association.

El autor indicó que el presente trabajo en pacientes con deterioro cognitivo leve, un precursor de la enfermedad de Alzheimer, fortalece el argumento de que esas proteínas en el fluido espinal pueden mostrar con exactitud quién tiene la enfermedad en estadio inicial.

Esto también sería útil para desarrollar ensayos clínicos más pequeños para evaluar si un medicamento funciona.

Las medidas actuales de diagnóstico, como las pruebas neurológicas y de memoria, son menos precisas y eso obliga a las compañías farmacéuticas a realizar ensayos clínicos amplios, costosos y a largo plazo para demostrar que sus medicinas son efectivas.

"La industria farmacológica realmente teme el fracaso de estos estudios a gran escala y los bioindicadores ahorrarían millones de dólares además de permitir un desarrollo más rápido de medicamentos eficaces", manifestó Mattsson.

POCAS ARMAS

Pese a las décadas de investigación, los médicos aún cuentan con muy pocas armas efectivas contra la enfermedad de Alzheimer, una forma de demencia que afecta a más de 26 millones de personas a nivel global y que se espera que alcance a 100 millones de seres humanos en el 2050.

El equipo estudió tres proteínas: dos tipos de tau, que forman marañas en el cerebro, y uno de amiloide, que genera placas cerebrales pegajosas en las personas con la enfermedad.

Aunque estas proteínas afectan el cerebro, parte de ellas también se encuentra en el fluido cerebroespinal, que está presente tanto en el cerebro como en la médula.

"Estos bioindicadores (...) reflejan elementos centrales del proceso de la enfermedad en el cerebro (de los pacientes) con Alzheimer", indicó Mattsson.

Los expertos hallaron que los tres bioindicadores identificaban con precisión al 62 por ciento de las personas que desarrollarían Alzheimer y tenían un 88 por ciento de efectividad en el descarte de la condición.