Actualizado 04/07/2013 10:44

Obama y Merkel acuerdan celebrar una reunión para abordar el espionaje de EEUU

Obama y Angela Merkel en Berlín
REUTERS


WASHINGTON, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, han acordado celebrar en los próximos días una reunión de alto nivel entre funcionarios de ambos países para abordar el asunto del supuesto espionaje de la Casa Blanca.

La Casa Blanca ha informado a través de un comunicado de que Obama y Merkel han hablado por teléfono y "han discutido las recientes informaciones sobre las supuestas actividades de vigilancia llevadas a cabo por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos".

"El presidente Obama ha asegurado a la canciller Merkel que Estados Unidos se toma en serio las preocupaciones de sus socios y aliados europeos (sobre este asunto)", ha indicado.

Además, "han reiterado la importancia de seguir con la estrecha cooperación entre los servicios de Inteligencia en la lucha contra el terrorismo y otras amenazas a la seguridad de Estados Unidos, Alemania y sus aliados"

"También han expresado su interés en iniciar un diálogo entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) sobre la recolección y la supervisión de Inteligencia y de cuestiones relacionadas con la privacidad y la protección de datos", ha añadido.

Finalmente, ambos mandatarios han reiterado su firme apoyo al lanzamiento de las negociaciones sobre la Alianza Transatlántica de Comercio e Inversión y han dado la bienvenida a la primera ronda de conversaciones".

El pasado 7 de junio el ex espía estadounidense Edward Snowden reveló a los diarios 'The Washington Post' y 'The Guardian' la existencia del programa PRISM, usado por la NSA para acceder a los servidores de las grandes empresas de Internet y recabar información útil para Inteligencia.

El pasado fin de semana, el diario alemán 'Der Spiegel' --basándose en los papeles de Snowden-- reveló que Estados Unidos había espiado a las embajadas de los países de la UE. Merkel fue la líder europea más crítica, llegando a decir que eran prácticas propias de la Guerra Fría.