Actualizado 06/06/2007 07:24

OEA.- La Asamblea General de la OEA concluye sin una referencia expresa al cierre de RCTV en Venezuela


PANAMÁ, 6 Jun. (EP/AP) -

La Organización de los Estados Americanos (OEA) cerró ayer su XXXVII Asamblea General respaldando la libertad de expresión en el hemisferio, pero sin tomar partido sobre el caso del canal de televisión venezolano Radio Caracas Televisión (RCTV), en lo que podría considerarse una eventual victoria de Venezuela sobre Estados Unidos.

La no renovación de la frecuencia abierta a RCTV por parte del presidente venezolano, Hugo Chávez, marcó la cita continental, pero el asunto no se mencionó finalmente en ningún documento, quedando en el aire por el momento la solicitud de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, de que la OEA envíe una misión a Caracas para conocer las circunstancias del cierre de cadena privada, que provocó protestas estudiantiles en esa nación.

El pasado lunes, Rice consideró que el caso de RCTV es la medida antidemocrática más "drástica" asumida por el Gobierno de Chávez hasta el momento. Acusaciones rechazadas por el ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, que, a su vez, acusó a Washington de entrometerse en los asuntos soberanos de Venezuela y de impulsar un nuevo plan de desestabilización para derrocar al mandatario.

En cuanto al tema central de la asamblea, la 'Energía para el desarrollo sostenible', los ministros de Exteriores americanos consensuaron una declaración para buscar recursos energéticos alternativos y "limpios", así como reconocer el "potencial" de los biocombustibles, como el etanol, que tiene a Brasil y Estados Unidos como sus mayores productores.

Sin embargo, el tema que se impuso sobre el de la energía fue el debate sobre la libertad de expresión, a raíz de la decisión de Chávez de no renovar la licencia a RCTV. La delegación diplomática venezolana defendió a capa y espada en Panamá, en donde se celebró la asamblea, la medida como un derecho legítimo y soberano.

Venezuela impulsó, incluso, doce de las más de 80 resoluciones aprobadas en la asamblea, una de ellas sobre 'Derecho a la libertad de pensamiento y expresión y la importancia de los medios de comunicación'.

La "solicitud de Estados Unidos obviamente no obtuvo respaldo de ningún país", señaló ayer a AP el embajador venezolano ante la OEA, Jorge Valero. "Estados Unidos quedó aislado. En otras palabras, la intención de intervenir en asuntos internos y convertir el tema de RCTV en un asunto de la agenda fue desestimado y más bien lo que escuchamos fueron opiniones y planteamientos de que debe respetarse la jurisdicción interna" de los países.

Por su parte, el ministro boliviano, David Choquehuanca, cuyo Gobierno es fuerte aliado de Chávez, dijo en declaraciones a AP que RCTV "no estaba en la agenda y considero que no es pertinente (el modo en que) lo trajo la señora Rice".

En este sentido, Maduro recomendó poco antes a la OEA que de decidir nombrar una misión para verificar el caso de RCTV, mejor sería dirija hacia Guantánamo y la frontera entre Estados Unidos y México, donde se "violan los derechos humanos".

El tema de la libertad de expresión eclipsó la discusión de los asuntos energéticos, en los que también hubo algunas divergencias debido a las reservas de países como Nicaragua, Bolivia y Venezuela de apadrinar la idea de los combustibles a partir de fuentes agrícolas.

"Los países en vías de desarrollo no podemos convertirnos en productores exclusivos de materia prima para la fabricación de etanol, utilizando todas nuestras tierras para la producción de caña", destacó el ministro de Exteriores de Nicaragua, Samuel Santos.

Santos planteó que la respuestas para enfrentar la crisis energética está en el desarrollo de fuentes como la geotermia, hidroeléctrica, plantas eólicas y biomasa.