Actualizado 05/07/2008 02:40

Panamá.- Panamá descarta albergar una base militar estadounidense


CIUDAD DE PANAMA, 5 Jul. (Reuters/EP) -

Panamá descartó ayer albergar una base militar estadounidense para sustituir una situada en Ecuador que es reclamada por el Gobierno de Quito, según anunció hoy un funcionario panameño de alto nivel.

Panamá, junto con Perú y Colombia, ha sido contemplado como posible emplazamiento de la base estadounidense que sustiruirá a la base aérea de Manta, en el oeste de Ecuador, una instalación clave en la campaña de Washington para detener el flujo de cocaína latinoamericana a Estados Unidos.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aliado de su par venezolano, Hugo Chávez, aseguró, que prefería cortarse un brazo antes que permitir a Washington mantener la base una vez que venza su permiso en 2009.

Por su parte, el Ejército de Estados Unidos informó de que buscaría otro sitio para la base a fin de continuar con el combate al narcotráfico.

El ministro de Justicia de Panamá, Daniel Delgado, dijo que la historia de episodios frecuentemente turbulentos con Estados Unidos hacían imposible el establecimiento de nuevas bases en Panamá. "No habrá ni bases ni instalaciones", ratificó Delgado a Reuters.

A pesar de que Panamá ha estrechado vínculos con Estados Unidos, el país centroamericano ha disfrutado de completa soberanía desde que Washington le entregó el control del Canal de Panamá y el territorio circundante, así como de bases militares a finales de 1999.

La ubicación estratégica de Panamá y la infraestructura militar estadounidense dejada después de la entrega del Canal significa que podría ser remplazo atractivo para la base en Manta, según matizaron varios analistas militares.

Funcionarios estadounidenses que luchan contra el tráfico de drogas estiman que el 80 por ciento de la cocaína que llega a Estados Unidos proveniente de Sudamérica pasa por aguas de Panamá en los océanos Atlántico y Pacífico.

Panamá, que disolvió su Ejército después de la caída del dictador militar, el general Manuel Noriega en 1989, anunció recientemente que reformaría sus servicios de seguridad para impulsar sus esfuerzos en el combate al narcotráfico y está buscando fondos de Estados Unidos para hacer frente al tráfico de estupefacientes.