ASUNCIÓN, 27 Ago. (Reuters/EP) -
El ex presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, juró ayer como senador activo en un controvertido acto que sus opositores declararon nulo y que desató la primera crisis institucional durante el Gobierno del anterior mandatario Fernando Lugo.
El presidente del cuerpo, Enrique González Quintana, tomó juramento al ex mandatario sin el quórum reglamentario para cumplir una resolución de la Corte Suprema de Justicia que lo habilitó a ejercer el cargo para el que fue electo en abril.
Sus opositores, que días atrás frustraron un tercer intento de juramento en el Congreso, denunciaron un quiebre institucional de consecuencias impredecibles, declararon inválida la ceremonia y ratificaron a su suplente en el cargo, en una sesión paralela liderada por el vicepresidente.
"Esto es nulo, no tiene ningún asidero legal. Él juró ante un Senado sin quórum. La plenaria de la cámara es la mayor autoridad y el presidente solo no tiene esa atribución", dijo el senador del partido País Solidario, Carlos Filizzola.
Duarte llegó a la sede del Congreso, donde le esperaban decenas de adherentes para jurar en su segunda comparecencia en menos de una semana. "Se ha restablecido el equilibrio institucional", dijo ante los periodistas. "No creo que se desate una crisis que frene el proceso institucional. No creo que exista tanta necedad, tanto odio", agregó poco después de fundirse en un abrazo con González Quintana, lugarteniente del general retirado Lino Oviedo.
JURAMENTO RECHAZADO
El extenso conflicto entre el ex mandatario y sus opositores paralizó las labores legislativas y amenazaba con entorpecer la aprobación de leyes clave para el nuevo Gobierno liderado por el presidente Fernando Lugo, quien asumió el 15 de agosto en representación de una coalición de centroizquierda.
El juramento de Duarte es rechazado por todos los partidos que integran la alianza, además del centroderechista Patria Querida y un sector de su propia agrupación, que perdió las elecciones llevando al Partido Colorado a la llanura por primera vez en más de seis décadas.
Tras la ceremonia, González Quintana ordenó cerrar con llave la sala de sesiones para impedir que los legisladores de estas agrupaciones organizaran una nueva reunión bajo el mandato del vicepresidente de la cámara.
El encuentro igualmente se llevó a cabo y los senadores ratificaron en el cargo al suplente de Duarte, Jorge Céspedes.
MAYORIA EN PELIGRO
Lugo logró construir una mayoría legislativa con apoyo del partido UNACE -liderado por Oviedo- pero la decisión de González Quintana pondría en jaque el acuerdo días antes de la presentación del presupuesto 2009 y en espera de la aprobación de créditos y donaciones vitales para el nuevo Gobierno.
"Todos estamos preocupados porque estamos supeditados a que el legislativo funcione normalmente", dijo el jefe de gabinete y portavoz del presidente, Miguel López Perito.
Más tarde señaló que el Gobierno reconocía a Duarte como legislador, en tanto Lugo, consultado sobre el asunto, dijo escuetamente que se trataba de una "cuestión parlamentaria".
El Senado también debe dar la aprobación para el nombramiento de nuevos funcionarios como el presidente del Banco Central y consejeros de las hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá, que el país comparte con Brasil y Argentina.
Duarte renunció a la presidencia a finales de junio para asumir la banca en el Senado, pero la oposición a su partido se negó a aceptar la dimisión y concedió el escaño a un suplente por considerar irregular su candidatura. El ex gobernante, que fue investigado recientemente por la fiscalía por sospechas de corrupción sin llegar a ser imputado, aspira a continuar su carrera política y liderar la oposición al Gobierno de Lugo en el Congreso.