Actualizado 21/04/2008 23:54

Paraguay.- Fernando Lugo descarta que tenga miedo a tropezarse con la corrupción del Partido Colorado cuando gobierne


ASUNCIÓN, 21 Abr. (Reuters/EP) -

El presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, descartó hoy que tenga miedo de que su gobierno de centro izquierda pueda tropezarse con la notoria corrupción del Partido Colorado que después de 61 años abandonará el poder por primera vez.

El ex obispo católico dijo que no tiene ninguna intención de perseguir a los miembros del Partido Colorado aunque añadió que espera que no vuelvan a producirse los mismos "trucos sucios". "Nuestro gobierno no va a iniciar una cacería de brujas. Nosotros trataremos de co-gobernar buscando el consenso y la armonía", declaró Lugo en una entrevista concedida a Reuters.

Lugo, de 56 años de edad, indicó que las divisiones internas en el Partido Colorado podrían hacerle más fácil gobernar y agregó que espera que la ahora fuerza de oposición se comporte de una manera "inteligente, racional", cuando el asuma la Presidencia el próximo 15 de agosto.

"Hay mayores posibilidades de iniciar un diálogo y establecer nuevas alianzas dentro de un Congreso que asegure que Paraguay es gobernable", sostuvo.

El presidente electo que se define como independiente expuso que espera establecer lazos con los líderes de la izquierda moderada que están reformando parte de América Latina después de las dictaduras de derecha y revueltas marxistas durante las décadas de los '70 y '80, y tras la oleada de conservadurismo y de reformas de libre mercado de la década de los años '90.

El Partido Colorado gobernó Paraguay desde 1947 e incluso sobrevivió a la dictadura militar del general Alfredo Stroessner que duró 35 años y a las acusaciones de que unos 1.000 paraguayos sospechosos de ser de izquierdas fueron asesinados en ese periodo. La corrupción impregna la cultura de Paraguay junto al nepotismo, los robos y los sobornos desde el interior del gobierno.

Lugo abandonó su cargo como obispo de la Iglesia Católica hace tres años, cuando dijo que se sentía con fuerza suficiente para ayudar a combatir la pobreza en Paraguay, que alcanza casi al 40 por ciento de la población. Un año más tarde inició su carrera política y desde entonces dirige una coalición de centro izquierda que este domingo ganó las elecciones presidenciales de Paraguay.

Se espera que ningún partido gane la mayoría en el Congreso, lo que obliga a Lugo a construir alianzas para poder llevar adelante sus reformas. "No sabemos cuanto va a cambiar Lugo el gobierno, o cuánto podemos nosotros", declaró el analista estadounidense del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas Mark Weisbrot, quien añadió en ese sentido que el Partido Colorado es una máquina poderosa en cada uno de los niveles del gobierno. "Dependerá de lo responsable que sea. ¿Van a jugar según las reglas de la democracia?", concluyó.