ASUNCIÓN, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente paraguayo Fernando Lugo (2008-2012) ha anunciado este martes que será candidato en las elecciones generales del próximo 21 de abril, pero no ha aclarado si aspirará de nuevo a la Jefatura del Estado o si lo hará al Congreso.
"Yo voy a ser candidato", ha dicho Lugo, interrogado por la prensa sobre quién será el aspirante presidencial del Frente Guasú, al tiempo que ha subrayado que no violará la Constitución, que prohíbe la reelección consecutiva del jefe del Estado, según informa el diario paraguayo 'Última Hora'.
De esta forma, ha dejado abierta la puerta tanto a una eventual candidatura a la Presidencia como al Congreso, ya que técnicamente no habría violación constitucional, porque su primer mandato concluyó el pasado 22 de junio y desde entonces hay un nuevo jefe de Estado, Federico Franco, con lo cual la reelección no sería consecutiva.
Además, Lugo se ha referido a la decisión de su ex compañero de partido político Mario Ferreiro de presentar su candidatura presidencial, desafiando con ello el liderazgo del ex mandatario en el Frente Guasú.
"El conflicto en el Frente Guasú se generó porque los 'golpistas' fallaron", ha apuntado, en una declaración que ha sido interpretada como una acusación velada contra Ferreiro por su supuesta alianza con el oficialismo para impedir el regreso de Lugo a la Presidencia.
En la misma línea, la diputada Aída Robles ha leído un comunicado en el que el Frente Guasú califica de doble golpe contra Lugo y contra el partido político la presentación de una candidatura independiente por parte de Ferreiro, según informa el diario paraguayo 'La Nación'.
En respuesta, Ferreiro ha aseverado que "no hay alianzas con los 'golpistas'", añadiendo: "Lo que sí hay es una alianza con los miles de ciudadanos, de movimientos sociales y de partidos políticos democráticos de este país".
El pasado 22 de junio, el Congreso decidió destituir a Lugo como presidente paraguayo después de celebrar un juicio político en su contra por mal desempeño de sus funciones, que tuvo como detonante la muerte de 17 personas en los enfrentamientos entre campesinos y policías en la localidad de Curuguaty.
Desde entonces, el ex presidente ha sostenido que el juicio político fue un golpe de Estado "express" porque no se le concedió el tiempo necesario para preparar su defensa, mientras que el actual Gobierno mantiene que se respetó el procedimiento constitucional.