ASUNCION, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Papa Benedicto XVI ha suspendido del ejercicio sacerdotal al presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, después de que el ex obispo lo solicitara a la Santa Sede en diciembre pasado para poder inscribirse como candidato para las elecciones, según una resolución del Vaticano difundida hoy en Asunción.
El Nuncio Apostólico, Orlando Antonini, entregó hoy a Lugo la resolución en la cual se expresa que el ex obispo solicitó el 28 de diciembre de 2007 la pérdida del estado clerical para poder aspirar a la primera magistratura en las elecciones generales celebradas el pasado 20 de abril.
"La Santa Sede, después de haber intentado disuadir a monseñor Lugo para que no se presentase a la presidencia de la República, lo ha suspendido en el ejercicio sacerdotal", señaló Antonini, quien agregó que el Papa Benedicto XVI le concedió una dispensa definitiva o perpetua.
Según explicó monseñor Antonini, el presidente electo de Paraguay vuelve a partir de ahora al estado laical y en caso de que quisiera solicitar su reincorporación a la Iglesia como obispo, el asunto deberá ser analizado por la Santa Sede, según informa la agencia Prensa Latina.
Fernando Lugo remitió al Vaticano en diciembre pasado una carta en la que presentaba su "renuncia al estado clerical" con el propósito de postularse a las elecciones presidenciales. La Constitución paraguaya veta a los religiosos de cualquier confesión para ejercer la Presidencia o la Vicepresidencia del país.
Pese a la negativa de la Iglesia, Lugo se presentó a los comicios que terminaron con más de seis décadas del centroderechista Partido Colorado en el poder y llevaron a la Presidencia al ex obispo católico de 56 años, formado en la Teología de la Liberación. Lugo asumirá su cargo el próximo 15 de agosto.
El ex obispo y monseñor Antonini se reunieron el pasado 24 de abril para buscar una salida a la inédita situación que afronta la Iglesia católica con la elección de un prelado como presidente. Lugo fue suspendido "a divinis" por el Vaticano, que no aceptó su renuncia al estado clerical, en enero de 2007.
La Conferencia Episcopal señaló entonces que el Derecho Canónico no prevé la reducción al estado laico de un obispo y sugirieron que el presidente electo podría tramitar su retorno a la Iglesia una vez que haya completado su mandato, en 2013. No obstante, consideraron que para ello el Papa debería concederle una dispensa especial.