Actualizado 05/09/2008 06:13

Paraguay.- El Senado paraguayo da por superada la crisis institucional

ASUNCIÓN, 5 Sep. (Reuters/EP) -

El Senado paraguayo dio por superada ayer una crisis que amenazaba su funcionamiento en medio de manifestaciones de apoyo al presidente Fernando Lugo, en una salida que complicó el futuro político del ex mandatario Nicanor Duarte.

El conflicto en la cámara Alta se desató tras el juramento de Duarte como senador activo, en una ceremonia que sus detractores rechazaron por nula e ilegal. Días después, Lugo acusó a Duarte y al general retirado Lino Oviedo de liderar un complot para derrocarlo como consecuencia de la disputa.

Los senadores consideraron resuelto el enfrentamiento tras ratificar al suplente de Duarte, Jorge Céspedes, como senador activo y al ex gobernante como miembro vitalicio del cuerpo, con voz pero sin voto en la plenaria. La denuncia de Lugo sobre el complot a menos de tres semanas de asumir el Gobierno motivó la solidaridad de todos los países latinoamericanos y la convocatoria a una multitudinaria manifestación de apoyo de parte de organizaciones campesinas, sindicatos y grupos estudiantiles.

Más de 5.000 personas se reunieron frente a la sede del Congreso con banderas, carteles que pedían "cárcel a los conspiradores" y consignas de apoyo al cambio que tuvo lugar el 20 de abril, cuando el ex obispo católico ganó las elecciones destronando del poder al conservador Partido Colorado.

"Venimos a dar nuestro respaldo al presidente Fernando Lugo ante la intención golpista de Nicanor y Lino Oviedo," dijo a una radioemisora local Feliciando Bogado, un adherente del Partido Liberal que viajó 300 kilómetros junto a cientos de correligionarios para participar de la movilización.

"Lo que queremos es la estabilidad de este Gobierno," agregó mientras caminaba entre la multitud, que portaba muñecos esposados con el rostro de Oviedo y otros de Lugo acompañado por el presidente venezolano Hugo Chávez, un aliado del nuevo mandatario que también expresó apoyo ante el supuesto complot.

La multitud recibió con júbilo el fin de la crisis en el Senado, que llegó a funcionar dividido y tenía paralizados proyectos para aprobar créditos internacionales, nombrar funcionarios de la nueva administración y amenazaba con demorar el estudio del presupuesto 2009.

DERROTA POLITICA

Tras negociar con el titular del Congreso y de la cámara, Enrique González Quintana -sobre quien pesaba una amenaza de destitución- los legisladores resolvieron ratificar al suplente de Duarte en una medida que analistas y políticos interpretaron como una fuerte derrota política del ex gobernante.

"Uno debe hacer sacrificios para demostrar madurez política, aunque seguimos convencidos que nuestra posición ha sido la que establece la Constitución", comentó González. Duarte dijo sentirse un perseguido político y anunció que llevaría su caso ante organismos supranacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros foros regionales.

El ex presidente, electo legislador en los comicios de abril y ratificado por la justicia electoral y la Corte Suprema de Justicia, aspiraba a liderar la oposición en el Congreso pero sus detractores se negaban a aceptar el juramento bajo el argumento de que su candidatura fue inconstitucional.

"Con esto se pasa la hoja y a trabajar", indicó a periodistas el senador del partido Patria Querida, Miguel Carrizosa. La coalición de Gobierno logró reconstruir una mayoría que quedó en entredicho durante la crisis debido al apoyo del partido liderado por Oviedo al ex mandatario. "El presidente está muy conforme con lo que hoy se decidió en el Senado, donde se encausó la institucionalidad y se destrabó la crisis", manifestó el senador oficialista Carlos Filizzola.