Actualizado 21/07/2009 01:12

Partidarios Zelaya ocupan su rancho como símbolo de resistencia

Por Edgard Garrido

CATACAMAS, Honduras (Reuters/EP) - El rancho del depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya se convirtió en un foco de resistencia contra el Gobierno interino desde el fin de semana, cuando fue ocupado por cientos de personas que rechazan el golpe de Estado que sacó al líder del poder.

En la rústica y sencilla hacienda, habitada hasta el viernes sólo por un cuidador, ahora hombres con sombreros tejanos descansan bajo el alero de la casona, ubicada en las afueras de la somnolienta ciudad de Catacamas, de 35.000 habitantes y enclavada en un valle.

Algunos duermen en sus corredores y otros asan carne en el jardín o cantan rancheras bajo los árboles, mientras grupos de militares vigilan desde las montañas que rodean la hacienda, dijeron pobladores de la zona a Reuters.

La hacienda fue tomada por centenares de personas con el permiso de los dueños de casa, quienes ven en la llegada de los partidarios de Zelaya una protección para el lugar contra posibles acciones del Gobierno de facto que tomó el poder el 28 de junio.

"La casa del presidente se ha convertido en un símbolo de resistencia", dijo el activista Ramiro Lobo a Reuters desde la hacienda, a unos 210 kilómetros al nordeste de Tegucigalpa.

La dueña de casa, Xiomara Castro de Zelaya, que tras el golpe que derrocó a su marido pasó varios días escondida en las montañas de la zona, no tiene inconvenientes.

"Están llegando de otras regiones para proteger la casa. Son cosas espontáneas. La gente está buscando proteger la integridad del presidente", dijo Castro en una entrevista con Reuters desde una casa en las afueras de Tegucigalpa, donde se encuentra después de pasar días alojada en la residencia del embajador de Estados Unidos.

BASTION ZELAYISTA

Catacamas está a menos de 100 kilómetros de la frontera con Nicaragua, desde donde Zelaya vio cómo naufragaban el domingo las negociaciones impulsadas por el presidente costarricense, Oscar Arias, para intentar superar la crisis.

"Somos el bastión de la resistencia porque el presidente es de aquí. Este va ser el último lugar en caer", dijo Lobo, uno de los líderes del movimiento contra el golpe en la zona.

Fue ahí donde Zelaya, un empresario ganadero y de la industria forestal acusado por sus críticos de gobernar Honduras igual que administraba su rancho, lanzó la carrera política que lo llevó a la presidencia en el 2005.

Y es aquí donde sus partidarios esperan verlo regresar el fin de semana tras el fracaso de las negociaciones.

El mandatario, que durante el ejercicio de la presidencia vestía traje y botas vaqueras, ha dicho que volverá a Honduras el próximo fin de semana, 20 días después de un fallido aterrizaje en el aeropuerto de Tegucigalpa, que desató protestas en las que murió una persona por disparos de militares.

Al parecer los soldados se preparan para su llegada.

"Los soldados bloquearon con troncos una antigua pista de aterrizaje de la 'contra' nicaragüense, a unos cinco kilómetros de acá", dijo Lobo.

El Gobierno de facto se mantiene firme en no permitir el regreso de Zelaya y el lunes rechazó la creciente presión internacional para reinstaurarlo luego de que la Unión Europea suspendió su ayuda financiera y en medio del temor a un derramamiento de sangre en la nación centroamericana.