Actualizado 28/01/2012 16:41

El Partido Comunista de Cuba se reúne con la presencia de Raúl Castro

Desde el régimen han rebajado las expectativas ante posibles cambios en el sistema político

   MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El presidente cubano, Raúl Castro, ha presidido la inauguración de la primera Conferencia Nacional del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), un foro creado en el Sexto Congreso del partido único cubano para debatir posibles cambios en la estructura política que se mantiene vigente en la isla desde hace medio siglo.

   En la reunión, celebrada en el Palacio de Convenciones de La Habana, participan 811 delegados del PCC que deberán aprobar el domingo un documento que "regirá el funcionamiento de la organización, con mayor énfasis en la atención a la juventud y la niñez, y la formación de valores", según informa la web oficial 'Cubadebate'.

   Una gran polémica ha surgido en torno al "documento base" de la conferencia, el cual ha sido discutido en 65.000 reuniones realizadas en todo el país, donde se emitieron más de un millón de opiniones. La oposición, en cambio, ha criticado la falta de consenso por no tomar en cuenta a los grupos anticastristas.

   En un mensaje a los cubanos, el presidente Raúl Castro pidió no "hacerse tantas ilusiones" ni "levantar muchas perspectivas" sobre los resultados que se puedan obtener. "Ahora esto es una cuestión interna del partido, irlo perfeccionando, que requiere mucha perfección, mucha perfección en todos los sentidos, ajustándolo a los tiempos que vivimos", dijo hace apenas dos semanas.

   De momento sólo algunos detalles han trascendido sobre este histórico encuentro, mientras los cubanos en la isla y en el exilio esperan que se concreten algunas propuestas como establecer límites de dos períodos de cinco años para los cargos estatales y partidistas, decisión que podría suponer una importante renovación de la longeva cúpula del PCC.

   "Resulta recomendable limitar a un máximo de dos periodos consecutivos de cinco años el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales", afirmó Castro el pasado abril.

   "Ello es posible y necesario en las actuales circunstancias, bien distintas a las de las primeras décadas de la revolución, aún no consolidada y por demás sometida a constantes amenazas y agresiones", agregó.

   Castro, de 80 años, reemplazó en 2006 en la presidencia a su hermano Fidel, de 85, quien gobernó la isla desde el triunfo de la revolución en 1959. La cúpula del partido gobernante está integrada por personas mayores de 70 años y son pocos los jóvenes que se pueden ver ocupando puestos claves del gobierno.

   El rejuvenecimiento propuesto por Castro afectaría "desde la base hasta los compañeros que ocupan las principales responsabilidades, sin excluir al actual presidente de los Consejos de Estado y de Ministros ni al primer secretario del Comité Central" del PCC.

   Aún cuando no ha sido del todo confirmado que este asunto entrará en la agenda, la posibilidad de establecer límites ha generado una gran expectativa tanto dentro como fuera de la isla. Arturo López-Levy, un experto en temas cubanos de la Universidad de Denver en Estados Unidos, comentó a Reuters que la propuesta tendría "efectos democratizadores" en Cuba.

   "Crea una promesa de relevo intergeneracional con estabilidad, ya que reduce las posibilidades de acumulación excesiva de poder unipersonal (menos tiempo en los cargos) y limita las ventajas de los mandatarios versus aquellos individuos con propuestas diferentes", destacó.

   El PCC es la "fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado", según estipula la Constitución cubana vigente desde 1976.

APROVECHAR EL MOMENTO

   La primera Conferencia Nacional del PCC ha sido visto por muchos sectores como una gran oportunidad para emprender cambios trascendentales en el esquema político, así como un eventual inicio de la era democrática en la isla. Sin embargo, todavía existe cierto escepticismo entre aquellos que creen que la única solución a los problemas de Cuba está en que los hermanos Castro abandonen el poder.

   El Consejo de Laicos de la Archidiócesis de La Habana exhortó recientemente al PCC a aprovechar este momento para emprender los cambios que hacen falta en la isla. "Sería penoso que las actuales generaciones de cubanos tuvieran que sufrir el dolor de ver sus aspiraciones truncadas por la falta de oportunidades para acceder a una vida plena", señaló en un editorial titulado 'Rectificar el rumbo'.

   El documento base "presenta a un PCC apegado a dogmas fracasados en otras experiencias, y aferrado a una relación muy vertical con la sociedad", aseguró el consejo, al criticar que no toma en cuenta "innumerables temas que el pueblo esperaba que aparecieran en la agenda del evento".

   Militantes comunistas que pidieron no ser identificados revelaron a Reuters que en reuniones previas algunos abogaron por que sean legalizados otros partidos, y hasta solicitaron sustituir el nombre actual por el de Partido Revolucionario Cubano.

   En Cuba operan en la clandestinidad decenas de grupos políticos creados por opositores y activistas de Derechos Humanos, los cuales han sido catalogados por el Gobierno de Castro como "mercenarios" al servicio de Estados Unidos --su más férreo enemigo-- por ser los principales críticos de la revolución.