WASHINGTON, 14 Sep. (Reuters/EP) -
El Pentágono revisará cada seis meses aproximadamente la detención de los cerca de 600 presos de la base aérea estadounidense de Bagram, situada al norte de la capital afgana, Kabul. El portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, detalló que miembros del Ejército, que no tendrán estudios de derecho, representarán a los detenidos "para guiarles a través del proceso de revisión" y ayudarles a reunir declaraciones de testigos que les favorezcan.
Whitman argumentó que esta medida dará a los encarcelados "la oportunidad de responder a sus detenciones" al tiempo que permitirá al Ejército evaluar si deben mantener en prisión a los detenidos. Por su parte, el secretario de prensa de Geoff Morrell, recordó que los individuos retenidos en Bagram "son combatientes recogidos en el campo de batalla".
Whitman aseguró que esta propuesta es coherente con la estrategia de contra insurgencia ordenada por el comandante de las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN en Afganistán, el general Stanley McChrystal. Todavía se desconoce cuándo terminará el proceso de implementación de la nueva medida.
Este portavoz añadió que el plan es similar al aplicado en Irak, que en su opinión ha servido para reducir la población de las cárceles y para garantizar que las tropas mantienen encarcelados "sólo a los individuos más peligrosos". La Comisión Afgana de Derechos Humanos ya ha elogiado la decisión del Pentágono.
Dos prisioneros murieron en el penal en 2002 a causa de la agresión de soldados norteamericanos. Los grupos pro Derechos Humanos aseguran que la misión de Estados Unidos incumple la legislación afgana e internacional al no permitirles contactar con familiares ni abogados defensores. Asimismo, han venido denunciando las condiciones en las que viven los detenidos.
El Gobierno estadounidense está construyendo nuevas instalaciones para reemplazar a la actual cárcel, de edificación provisional. Está previsto que el nuevo penal abra en los próximos meses.