Por Karina Grazina
BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Es millonario, nació en Colombia, tiene un tatuaje de una serpiente en el cuello, una esposa ex modelo y es el único que podría derrotar al candidato oficialista en las elecciones de junio, en las que se postula como diputado por la provincia de Buenos Aires.
Francisco de Narváez nació en Bogotá en 1953, pero a los pocos meses fue a vivir a Argentina y hoy es el principal rival del ex presidente y esposo de la actual mandataria, Néstor Kirchner, en los comicios en los que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Según las últimas encuestas Kirchner y De Narváez lideran la intención de voto para las elecciones legislativas del 28 de junio en Buenos Aires, el principal distrito electoral del país.
"El oficialismo ha roto el vínculo con la sociedad", aseguró De Narváez en una entrevista.
Nadie imaginó que su popularidad crecería tanto hace apenas ocho años, cuando el empresario ingresó a la política de la mano del actual alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, el también empresario Mauricio Macri, con el que formó una alianza para estos comicios.
En el 2003 apoyó en las elecciones al ex presidente Carlos Menem en su frustrado intento por volver al Gobierno, al que aspiraba a integrar como ministro. Siguió insistiendo y en el 2005 fue elegido diputado por la provincia de Buenos Aires.
Su frase más popular, que repite insistentemente en los avisos por televisión y en los encuentros políticos, es "tengo un plan", y apunta especialmente a su objetivo de combatir la inseguridad, que según el candidato "es la principal problemática de la provincia".
Se muestra siempre sonriente y viste informal. En la imagen principal de su página de internet aparece con una camiseta negra, en un una estrategia diseñada para captar los votos de los electores más jóvenes.
También su fanatismo por la tecnología, que lo llevó a abrir cuentas de usuario en todos los sitios de internet imaginables, le permitió llegar a ese sector de la población.
Hasta hace un tiempo De Narváez era prácticamente desconocido fuera de la capital del país y sus alrededores, pero en las últimas semanas su popularidad creció, en parte gracias a la imitación que hace un artista en "Gran Cuñado", una sección del programa de televisión más popular del país, ShowMatch, en el que varios políticos son parodiados.
"Gran Cuñado ha colaborado, no sé si finalmente en la intención de voto, pero sí en el conocimiento de la gente", confesó el empresario en un reciente encuentro con periodistas extranjeros.
"El Colorado", como es popularmente conocido, aceptó participar del programa y hasta bailó junto a su imitador, pero como contracara de esa imagen descontracturada, se esfuerza por mostrarse como un empresario trabajador que logró prosperar gracias al esfuerzo.
De Narváez cuenta que comenzó haciendo trabajos sencillos en la empresa de sus abuelos, que llegaron al país e instalaron una cadena de supermercados, que el empresario terminó vendiendo años atrás.
Ahora, junto a su familia, es dueño de una cadena de tiendas de indumentaria, de una empresa del sector agroindustrial, y posee también acciones en canales de televisión, radios y un periódico financiero.