El ministro de Justicia subraya que no se puede conceder este beneficio a una persona ya condenada
LIMA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia de Perú, Daniel Figallo, ha echado por tierra este viernes las esperanzas del expresidente Alberto Fujimori de ser puesto bajo arresto domiciliario al asegurar que "no hay vacío legal" que permita este tipo de beneficio penitenciario para una persona que ya ha sido condenada.
Para Figallo, que ha hablado con el Canal N, "el asunto es claro". "No hay vacío legal, no cabe el arresto domiciliario", ha zanjado, horas antes de que un juez de Lima resuelva la petición del antiguo mandatario, que cumple actualmente varias condenas que suman más de 20 años de cárcel.
El ministro ha explicado que sólo pueden beneficiarse del arresto domiciliario quienes se encuentran en prisión preventiva. Tampoco podría aplicarse en este caso el brazalete electrónico, ya que se trata de una medida contemplada para presos condenados a menos de seis años de prisión, según la agencia estatal Andina.
En el caso de Fujimori se suma, además, el hecho de que ha sido sentenciado por violaciones de los Derechos Humanos. Figallo ha añadido que la doctrina de la Corte Interamericana de Derechos Humanos impide reducciones de pena para este tipo de delincuentes.
A las dudas del Gobierno sobre la petición de Fujimori se suman las del fiscal general, José Peláez Bardales, que ha pedido que el recurso sea declarado "improcedente e infundado" si, como parece, "no tiene sustento legal". "No hay una ley que permita ese tipo de beneficio a los sentenciados", ha dicho, en una entrevista a Ideeleradio.
La vista de esta tarde se celebrará en la base policial de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), dentro de la cual se encuentra la prisión donde está internado Fujimori.
El expresidente cumple condena por homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado por las matanzas de los Barrios Altos y La Cantuta y por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer Ampudia. Los hechos ocurrieron en la década de 1990, cuando su gobierno inició una campaña contra Sendero Luminoso.
Fujimori también se enfrenta al caso de los 'diarios chicha' (diarios sensacionalistas), como se conoce al presunto desvío de 122 millones de nuevos soles (32,8 millones de euros) del erario público para sobornar a los grandes medios de comunicación con el fin de que apoyaran su tercera reelección y desacreditarán a la oposición.
En 2005, la justicia peruana ya juzgó y condenó a un total de 29 altos cargos del Gobierno de Fujimori, incluido su exjefe de Inteligencia, el exgeneral Vladimiro Montesinos, por el caso de los diarios 'chicha', pero no pudo probar la implicación directa del exmandatario.
NO HAY PERSECUCIÓN
La familia de Fujimori y sus abogados han acusado a las autoridades de acosar al antiguo presidente y de no tener en cuenta su actual estado de salud. En los últimos años, Fujimori se ha sometido a un total de cinco intervenciones quirúrgicas para combatir el cáncer de lengua, la última de las cuales fue el 21 de agosto de 2012.
Figallo ha insistido este viernes en que no existe este hostigamiento y se ha ofrecido a comparecer en el Congreso todas las veces que haga falta para aclarar estas sospechas.
El ministro ha avanzado que el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) tiene previsto concluir este mismo viernes su investigación sobre la grabación de un vídeo de Fujimori en una clínica privada.