Actualizado 26/03/2013 08:12

El médico de Fujimori sostiene que el cáncer del ex presidente está en un "periodo silencioso"


LIMA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

El médico del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) ha explicado que el cáncer que padece está en un "periodo silencioso", por lo que el hecho de que actualmente no presente "evidencias", tal y como sostiene la Junta Médica Penitenciaria, no significa que esté curado.

El programa de televisión Cuarto Poder reveló ayer el informe de la Junta Médica Penitenciaria sobre el estado de salud de Fujimori para determinar si procede el indulto humanitario, según el cual "padece cáncer de lengua y displasia recurrente de lengua oral, aunque sin evidencia actual de enfermedad".

Además tres de los cinco psiquiatras han señalado que sufre "una depresión severa con riesgo suicida", por lo que han recomendado una "vigilancia extrema" sobre el ex mandatario, mientras que los dos restantes han indicado que esta dolencia es "recurrente", pero "moderada".

La Junta Médica Penitenciaria también ha indicado que el ex dirigente padece hipertensión arterial controlada, insuficiencia venosa periférica, hernia núcleo pulposa, gastritis crónica, lumbagia crónica, quiste pancreático y espondiloartrosis lumbar.

Interrogado sobre el informe, Alejandro Aguinaga ha explicado que significa "que (Fujimori) tiene cáncer, pero que en este momento está en un periodo silencioso". "Para que un cáncer esté curado, tiene que haber un periodo silencioso mínimo de diez años y no es el caso", ha dicho el médico del ex presidente.

Por tanto, ha considerado que el informe refleja la situación de Fujimori. "Señala que es un paciente intervenido quirúrgicamente cinco veces por cáncer, con una depresión profunda y otras patologías que le han causado detrimento severo de su salud", ha indicado.

En la misma línea se ha expresado el abogado del ex jefe de Estado, César Nakazaki, al considerar que el informe ratifica las tres enfermedades en base a las cuales se ha solicitado el indulto humanitario: cáncer, depresión e hipertensión arterial.

Además, los dos han manifestado su descontento por la filtración del informe. "Nos ha sorprendido, porque se supone que debería ir directamente a manos de la Comisión de Gracias Presidenciales", ha declarado Aguinaga.

"AMERITA EL INDULTO"

En este contexto, Kenji Fujimori, uno de los hijos del ex dirigente, ha considerado que la concurrencia del cáncer y la depresión en su padre "ya ameritan el indulto humanitario porque ponen en riesgo su vida y su integridad física".

En este sentido, se ha dirigido directamente al presidente peruano, Ollanta Humala. "Tarde o temprano va a tener que pronunciarse sobre el tema y con ello decidirá cómo va a querer ser recordado: como un presidente magnánimo y humano, o como un presidente cruel y revanchista", ha planteado.

A este respecto, Aguinaga ha confiado en que Humala se "conmueva" por la Semana Santa y otorgue el indulto humanitario a su antecesor en el cargo, según ha informado el diario 'Perú21'.

LA SALUD DE FUJIMORI

El pasado 10 de octubre, los cuatro hijo de Fujimori --Keiko, Kenji, Sachi e Hiro-- presentaron ante el Ministerio de Justicia una solicitud de indulto humanitario, adjuntando la historia clínica de su padre para acreditar la gravedad de su estado de salud.

El proceso se ha dilatado debido al enfrentamiento entre el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), que pretendía que los miembros de la Junta Médica fueran especialistas ajenos a Fujimori, y el ex dirigente, que insistía en que debía incluir a sus doctores personales.

En los últimos años, el ex jefe de Estado se ha sometido a un total de cinco intervenciones quirúrgicas para combatir el cáncer de lengua que padece, la última de ellas fue el pasado 21 de agosto, aunque apenas un mes después tuvo que ser hospitalizado por problemas de cicatrización.

Sobre Fujimori pesan varias condenas. La más importante es la de 25 años de cárcel dictada en abril de 2009 por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta y por el secuestro de un empresario y un periodista. Los hechos ocurrieron en la década de 1990, cuando su Gobierno emprendió una lucha contra Sendero Luminoso.