Actualizado 20/06/2009 01:08

¿Popular Lula tendrá segundo acto?

Por Stuart Grudgings

BRASILIA (Reuters/EP) - Respondiendo al llamado de la población y a desesperados políticos, un ex presidente visto como el "padre de los pobres" vuelve al poder en Brasil.

Era el año 1950 y el hombre era el popular nacionalista Getulio Vargas.

Pero eso podría volver a ocurrir en el 2014 si, como creen muchos politólogos y correligionarios, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva planea un retorno, cuatro años después del término de sus dos mandatos consecutivos tras las elecciones de octubre del próximo año.

Con una tasa de aprobación del 80 por ciento, Lula se ganó el elogio de su colega estadounidense, Barack Obama, como "el político más popular del mundo", y recibe llamados para que cambie la Constitución y busque un tercer mandato consecutivo.

Pero el mandatario brasileño rechaza esa opción, consciente de una posible reacción negativa si sigue la senda de varios líderes de América Latina que tratan de extender sus mandatos, y en cambio está tratando de asegurar que su jefa de Gabinete, Dilma Rousseff, sea la candidata de su Partido de los Trabajadores (PT) en el 2010.

Pero pocos creen que el vigoroso centroizquierdista de 63 años que ganó la presidencia en su cuarto intento esté listo para dedicar todo su tiempo a sus nietos y a la pesca, a la que es aficionado.

Ni Rousseff ni su previsto oponente en el 2010, el gobernador de Sao Paulo, José Serra, son vistos como líderes carismáticos o con el toque electoral que ha mostrado Lula.

Algunos creen que luego de cuatro años de un liderazgo "normal", los votantes darían la bienvenida a un regreso de Lula con los brazos abiertos.

"Cuando Lula comience a salir, creo que habrá un profundo sentimiento de vacío (...) un líder como Lula aparece muy raramente en la historia de un pueblo", dijo Alouizio Mercadante, líder del PT en el Senado, a Reuters.

"Con su juventud y su éxito, veo todas las condiciones para que vuelva como presidente en el 2014", agregó.

Tiao Viana, otro senador del PT cercano a Lula, dijo que existía una "enorme" chance de que el presidente regrese.

Temido por los mercados como un izquierdista peligroso cuando fue electo por primera vez en el 2002, Lula siguió una política económica ortodoxa que llevó a cinco años de crecimiento, mientras sus programas sociales ayudaron a sacar a millones de brasileños de la pobreza.

El mandatario parece haber capeado la crisis económica con apenas un rasguño en su extraordinaria tasa de aprobación.

Lula ha descartado competir el año que viene, pero dejó abiertas sus opciones para la siguiente elección.

"Eso no sería un tercer mandato. Eso está en la Constitución", afirmó el mes pasado durante un viaje a Turquía, uno de los más de 70 países que visitó como presidente.

Sus andanzas por el mundo y su éxito en dar a Brasil una mayor influencia económica y social, pueden ser una pista de que Lula considerará algún tipo de papel diplomático después del 2010.

Su activa política externa se ha centrado en impulsar el papel de Brasil como un líder del mundo en desarrollo y fortalecer el diálogo "sur-sur".

Hubo especulaciones en la prensa de que podría asumir un papel en Naciones Unidas o establecer un instituto enfocado en combatir el hambre en el mundo.

¿PACTO ENTRE VIEJOS MILITANTES?

Muchos políticos del Partido de los Trabajadores hablan del retorno de Lula con una virtual seguridad si las elecciones del 2010 las gana el centrista Serra, a quien derrotó en los comicios del 2002 y que aventaja a Rousseff en las encuestas.

Pero ven la situación más compleja si gana Rousseff. Si ella tiene una presidencia exitosa esto puede dificultar a Lula desplazarla, mientras que si resulta ser una decepción podría reflejar en una mala decisión de Lula por promoverla.

"Dilma es una candidata muy fuerte. Si gana el próximo año, Lula no competirá en el 2014, porque ella naturalmente volverá a competir", dijo el senador petista Delcio Amaral.

Renato Casagrande, del Partido Socialista Brasileño (PSB), aliado al Gobierno de Lula, dijo que pensaba que el mandatario sólo retornaría si lo presionan los partidos de izquierda para que lo haga.

"No estoy seguro de que él quiera. Mi apuesta es que no", dijo Casagrande, agregando que Lula sabría que arriesgaría su legado histórico si no supera o iguala a los dos primeros en un tercer mandato.

Pero otros creen que se habría alcanzado en acuerdo según el cual Rousseff, recientemente diagnosticada con cáncer que ha arrojado dudas sobre su candidatura, acepta no buscar un segundo mandato para dar paso a la vuelta de Lula.

"El mandato de Dilma es resultado del éxito del Gobierno de Lula y eso es por lo cual no veo ningún obstáculo", dijo Mercadante, citando el lazo entre los dos luego que combatieron juntos a la dictadura militar de Brasil hace 30 años.

Además, el retorno de Getulio Vargas a la presidencia en la década de 1950 tiene pocos buenos presagios para Lula.

Luego de impulsar la rápida industrialización durante su cada vez más autoritaria presidencia (1930-1945), Vargas fue depuesto por generales y retirado en su hacienda del estado de Rio Grande do Sul.

Vargas fue persuadido a buscar nuevamente la presidencia en las elecciones de 1950 y ganó con facilidad, pero cuatro años después, agobiado por revueltas políticas y militares, se suicidó con un disparo en el corazón en el palacio presidencial, que entonces estaba en Río de Janeiro.