Publicado 07/02/2016 21:06

¿Porqué no hay avances en el proceso de paz entre el Gobierno colombiano el ELN?

ELN
COLPRENSA


BOGOTÁ, 7 Feb. (Colprensa/Notimérica) -

La muerte del agente de Policía Edinson Burbano, producida este viernes en Cauca, y atribuida al frente José María Becerra del ELN, vuelve a aumentar la tensión sobre el futuro que tiene realmente un proceso de paz con esta guerrilla.

Este hecho se da en una semana en la que el Gobierno Nacional, empezando por el presidente Juan Manuel Santos y terminando por el jefe negociador Frank Pearl, le ha reiterado al grupo insurgente que se debe iniciar la fase pública de los diálogos.

Pearl incluso fue más allá y dio un ultimátum, afirmando que el tiempo para la resolución política del conflicto se les está acabando, una advertencia que no cayó bien en algunos sectores que la calificaron como negativa y contraproducente, mientras otros aseguraron que debió ser Santos que diera el aviso.

Las preguntas son sin embargo, por qué se ha pasado de decir que la consolidación de la mesa está próxima y que están listos para ella, a echarse la culpa sobre las razones que han impedido llegar a la fase pública; y, por qué persisten este tipo de hechos -como la muerte del policía-, que contradice lo que se quiere con la paz.

Para el profesor de la Universidad Nacional, Víctor de Currea Lugo, son tres razones las que han impedido este paso: La primera tiene que ver con el desconocimiento por parte del gobierno colombiano sobre los esfuerzos de Venezuela para lograr los diálogos.

"La segunda, con la configuración de la agenda, donde la idea de 'Transformaciones sociales para la paz' ha sido muy criticada por algunos sectores del gobierno, algo que para ellos implica tocar el modelo económico y social que no están dispuestos a negociar de ninguna manera. Y la tercera tiene que ver con la existencia o la fragilidad de los canales directos, lo que hace que haya un sinnúmero de emisarios", afirma De Currea.

Hasta el momento lo que se conoce es que la agenda con esta guerrilla estaría compuesta por: la 'Participación de la sociedad', 'Democracia para la paz', 'Víctimas', 'Fin del conflicto armado e implementación de los acuerdos y refrendación' y 'Transformaciones Sociales'; el punto que según el profesor, podría convertirse en una de las diferencias más grandes.

De Currea afirma que el problema de las 'Transformaciones' es que el ELN está planteando que se abran espacios democráticos donde se pueda discutir aquello que la sociedad deba discutir, entre ellos el modelo económico y social, lo que el Gobierno no quiere.

"Lo que pasa es que aquí, so pretexto de que se quiera reformar el modelo económico y social, ni siquiera se puede discutir sobre él, o peor aún, no se puede abrir ningún tipo de práctica democrática participativa, y de base, porque todo les suena a terrible plan de conspiración para que el ELN se apropie del país", afirma.

Muy diferente opina el analista John Mario González. Reconoce, como lo hace De Currea, que hay temas de la agenda que están impidiendo la fase pública, pero considera que son por un actuación errónea del ELN.

"Desde los años 90 quiso hacer un proceso no con el Estado sino paradójicamente con la sociedad civil, pero eso es imposible. Ahora está condicionando al gobierno a hacer unas consultas locales, ese es otro imposible", afirma.

Para él, como lo ha dicho el Gobierno Nacional a la guerrilla del ELN, sí se le hizo tarde para el proceso de paz y por ello tendrá que tomar como propio lo acordado en La Habana con las FARC. Una posición contraria a la De Currea, que señala que buena parte de la responsabilidad de que no se hiciera el proceso paralelamente con el ELN recae en el gobierno, al ser esta su decisión política.

"El ELN está jugando con fuego, porque no va a haber la posibilidad de abrir una mesa de negociación una vez el gobierno termine con las FARC. Lo que va a hacer, es vestir el traje diseñado en La Habana, aceptar los términos de la justicia transicional que allí se negocie y todo lo demás, porque el ELN no tiene la capacidad militar para forzar al gobierno a abrir otra mesa", afirma.

Además, dice que el grupo está divido y que no tiene capacidad política: "Ellos tienen que entender que las posibilidades que les ofrece el gobierno en la negociación de temas son limitadas. No van a negociar el modelo de Estado, el modelo económico, no van a negociar la doctrina militar con el ELN, ni siquiera el tema minero-energético, porque con los actuales precios de las materias primas, el gobierno no va a poder negociar".

Por tanto, González considera que el gobierno debe tomar una actitud más fuerte ante el grupo insurgente, de hecho cree que el ultimátum no lo debió dar Pearl, sino el presidente y ahora debe "golpearlos militarmente porque el país no puede quedar a expensas del actuar errático de una guerrilla que no se sabe si tiene unidad de mando para negociar.

¿POR QUÉ CONTINÚAN LAS ACCIONES VIOLENTAS?

Para De Currea, las acciones continúan debido a que no se ha declaro el cese bilateral, por lo que el conflicto continúa, y "mientras persista el conflicto van a suceder actos de guerra. Por eso tenemos que impulsar la paz, para ahorrarnos la vida de esos policías, de esos guerrilleros y de los civiles", afirma.

González, aunque no se refirió exactamente a los hechos perpetuados por la guerrilla, sí señaló que dentro del grupo habría una división, que sería una de las razones por las cuales se siguen presentando los ataques y hostilidades.

"Hay una división interna en la cúpula, es una cúpula que cada vez tiene menos control sobre sus frentes, por ejemplo alias 'Pablito', que acaba de ingresar al Comando Central, COCE, está imponiendo su visión militar del conflicto y es el que está impidiendo en buena parte negociar", afirma.

Mientras que el analista Pedro Medellín destaca que al negociar en medio del conflicto, las partes tratarán de demostrar sus fuerza, "por lo que los actores tienden a ser más violentos para lograr más una mejor posición en la mesa".

En contraste, congresistas como Ángela María Robledo, que piden al grupo insurgente que libere a secuestrados como Ramón José Cabrales, destaca que el ELN sí ha tomado acciones en camino a la paz.

LAS PREOCUPACIONES POR LA PAZ INCOMPLETA

Frank Pearl ha afirmado que la fase pública de las negociaciones con el ELN se tiene que dar antes de la firma del acuerdo final con las FARC. Esto, según congresistas por la necesidad de hacer la paz completa.

"La urgencia de la paz completa es que no vuelva a pasar lo que nos pasó en los años 90, que venía un proceso de negociación de lo que se llamaba la Coordinadora Nacional Guerrillera. Ese proceso se rompió, terminaron negociando varios grupos pero quedaron por fuera las FARC y el ELN. Hoy nos puede pasar lo mismo, es decir, si hay un proceso de paz con las FARC, y no se puede seguir con el ELN, vamos a tener más años de guerra en el país", afirma el congresista Alirio Uribe.

Señala también que es posible que zonas que ocuparon las FARC las termine ocupando el ELN y que la gente que no esté de acuerdo con el proceso de paz se pase sus filas, por lo que lograr el acuerdo con ellos sería una medida preventiva.

Por ello, legisladores, organizaciones sociales y representantes de la sociedad civil han pedido que se establezca una comisión que ayude a las dos partes a llegar a la fase pública, pues no quieren que se pierdan los dos años de diálogos exploratorios. Y, han expresado que lo ocurrido durante los últimos días se debe al proceso normal.

En definitiva, y como en cualquier acuerdo, algunas de las partes, si se quiere llegar a buen término, tendrá que dar su brazo a torcer y rápido, si se quiere abrir la fase pública del proceso antes de la firma con las FARC.