Por Karina Grazina
BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, reclamó el viernes responsabilidad social para prevenir la expansión del virus de la influenza H1N1 en el país, donde al menos 44 personas murieron por la enfermedad.
Con gran parte de la población confundida sobre qué hacer y qué no para evitar el contagio, autoridades provinciales y municipales suspendieron las clases a partir del próximo lunes, aunque ciertas escuelas ya cerraron sus puertas.
Algunas instituciones decidieron cancelar actividades académicas y deportivas, pero los lugares públicos continúan abiertos y este fin de semana se jugarán los partidos de fútbol del torneo local, que convoca a miles de simpatizantes.
Muchas personas no tienen claro si es conveniente usar barbijo y si se puede conseguir el fármaco que atenúa los síntomas de la enfermedad en las farmacias, ya que el Gobierno administra la distribución del medicamento tras comprar todas las partidas existentes en el país.
"Tengo el barbijo, pero no sé si es mejor usarlo o no. Algunos dicen que puedo enfermarme si lo uso", dijo a Reuters Jorge, un taxista de 66 años.
En tanto, las autoridades nacionales dicen que no dispondrán por el momento el cierre de lugares públicos como sales de cine y teatro, aunque no descartan la medida en el futuro y piden responsabilidad a los argentinos.
"Todos tenemos que tener un ejercicio de responsabilidad y prudencia muy muy grande", dijo Fernández a periodistas tras visitar un hospital en la provincia de Buenos Aires conocido como el "hospital de la gripe A", debido a que se está destinando exclusivamente a pacientes con la infección.
En muchas ciudades del país se dispuso la suspensión de conciertos y misas, el cierre de clubes, bares, restaurantes y centros comerciales y algunas empresas permitieron a sus empleados trabajar desde la casa.
El Gobierno de Argentina, el tercer país del mundo con mayor cantidad de muertes provocadas por el virus después de México y Estados Unidos, estima que desde la segunda semana de mayo se reportaron entre 105.000 y 110.000 casos de influenza, pero solamente 2.800 están confirmados por laboratorio.
Del total de personas actualmente infectadas con influenza, entre el 85 y el 90 por ciento corresponderían a H1N1, "de acuerdo a lo que podemos inferir de los datos de laboratorio que tenemos", explicó el ministro de Salud, Juan Manzur.
Manzur asumió esta semana tras la renuncia de su antecesora, quien dimitió en plena propagación de la enfermedad, que saturó los hospitales de consultas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 11 de junio la pandemia de influenza, la primera desde 1968, que ya suma casi 80.000 contagiados y al menos 337 muertos.