Actualizado 26/12/2010 09:35

El presidente de Panamá quería espiar a líderes de la oposición


PANAMÁ, 26 Dic. (Reuters/EP) -

El presidente de Panamá, Ricardo Marinelli, trató de intimidar a la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (DEA) estadounidense para que activara un programa de escuchas telefónicas a varios de sus rivales políticos, según uno de los cables revelados por Wikileaks.

Martinelli, un magnate de supermercados elegido como presidente el año pasado, envió un "críptico" mensaje a la embajadora de Estados Unidos en Panamá, en el que pidió ayuda con las escuchas telefónicas, según un cable de agosto de 2009. "Hizo referencia a diversos grupos y personas que él cree que debe ser intervenidas, y está claro que no hizo ninguna distinción entre los objetivos legítimos de seguridad y enemigos políticos," señala el cable escrito por la entonces embajadora Barbara Stephenson.

Tras la negativa de la embajadora, Martinelli se quejó y señaló que Stephenson estaba siendo "muy legal" antes de amenazar implícitamente con dejar de ayudar al Gobierno de Estados Unidos con las operaciones contra narcotraficantes en caso de que su Gobierno no recibiera ayudas con las escuchas, según recoge Reuters.

Martinelli ha asegurado este sábado que el cable era una "mala interpretación" de sus palabras y ha negado que pidiera que se interceptaran las conversaciones telefónicas de políticos. Asimismo, aseguró que el Gobierno panameño sigue comprometido con la lucha contra el narcotráfico y el blanqueo de dinero en el país.

Un escándalo de escuchas telefónicas podría causar un serio desafío a la popularidad de Martinelli. El líder de negocios conservador, que es uno de los hombres más ricos de Panamá, tiene un índice de casi el 60 por ciento de aprobación, pero el cable estadounidense expresa su preocupación por la supuesta voluntad del mandatario panameño de saltarse la ley para alcanzar sus objetivos políticos. "Su inclinación por la intimidación y el chantaje puede ser lo que le llevó al estrellato en los supermercados, pero no es un estadista", señala el cable.