Actualizado 10/06/2009 16:34

PREVIA-Islamistas intentan ampliar su poder en Marruecos

Por Tom Pfeiffer

FEZ, Marruecos (Reuters/EP) - Las elecciones locales que se celebran el viernes en Marruecos demostrarán si el Gobierno de inclinación laica está ralentizando el ímpetu político de los islamistas, que ganaron más escaños que nunca en las elecciones legislativas del 2007.

El rey Mohamed VI ha mantenido un severo control del poder en el país, pero logró un fuerte respaldo de Estados Unidos para unas reformas dirigidas a combatir una pobreza generalizada, mejorar el clima empresarial y reforzar los derechos de las mujeres.

Su administración ha aprobado mejoras de carreteras, ferrocarriles y puertos y programas para limpiar de barrios marginales las ciudades del norte del país, y llevar electricidad a pueblos aislados.

El islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD) se presenta a sí mismo como una alternativa a una élite egoísta que se ha enriquecido a costa del país y se ha cruzado de brazos ante el declive de los valores morales y el incremento de la delincuencia.

Sus rivales dicen que el PJD proyecta una imagen moderada, pero que sus miembros quieren tomar el poder para imponer una agenda conservadora y restringir las libertades.

Una prueba clave para el partido institucional Istiqlal (Independencia) será Fez, la antigua capital imperial de Marruecos descuidada desde hace años, donde el PJD aspira a expulsar a un alcalde del Istiqlal y lograr su mandato más importante desde su formación en 1998.

El alcalde Hamid Chabat, un rico y carismático empresario que empezó su vida laboral en una línea de montaje de motos, dice que el pueblo de Fez está contento con su programa de obras públicas, que ha devuelto parte del antiguo brillo de la ciudad.

Sus seguidores dicen que Chabat ha gastado 100 veces más que sus predecesores para impulsar los servicios e infraestructuras, transformando una ciudad que estaba en una situación de decadencia irreversible desde que la potencia colonial, Francia, cambió la capital a la ciudad costera de Rabat.

Responsables del PJD le acusan de corrupción y dicen que utiliza una fortuna personal lograda de forma dudosa para abrirse paso a la victoria.

"Llevamos luchando contra este lobby, esta mafia, durante seis años", dijo el consejero del PJD, Hasan Boumchita, a Reuters. "Estamos seguros de vencer a Istiqlal, pero también tenemos la esperanza de una gran mayoría".

"El PJD está acabado en Fez", replica Chabat, que dice que el historial de gestión del PJD en otras ciudades desmiente su afirmación de ser una alternativa de manos limpias. "Sus manos están sucias, muy sucias".

(Traducido en la Redacción de Madrid)