Actualizado 18/04/2015 21:46

¿Se pueden marcar plazos al proceso de paz con las FARC?

Diálogos de Paz
Foto: COLPRENSA

BOGOTÁ, 18 Abr. (Colprensa/Notimérica) -

   El asesinato de once militares en el norte del Cauca, Colombia, durante la tregua unilateral decretada por las Farc desde diciembre pasado llevó a varios sectores políticos a insistir sobre la necesidad de poner un plazo a las negociaciones adelantadas desde hace dos años y cinco meses.

   Este viernes, ante ese clamor, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hizo un llamamiento a las Farc asegurándoles que al país se le está agotando la paciencia.

   "Señores de las Farc, escuchen el clamor nacional, no se hagan los sordos ante los colombianos que les estamos gritando: llegó la hora de acabar la guerra, la paciencia se nos agota. Hay que ponerle plazos a este proceso y si quieren la paz tienen que demostrarlo con hechos, no con palabras", dijo el mandatario.

   Las palabras del presidente durante un discurso en la bienvenida a la presidenta de Corea del Sur que se encuentra de visita al país, llegan horas después de que el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo dijera que "es necesario acelerar estas negociaciones; la demora en el proceso de paz da la sensación que es un proceso indefinido en el tiempo y hace daño y genera peligros como los episodios de esta semana".

   También responde, por un lado, a la indignación nacional que generó el ataque a los militares -considerado para muchos una violación a la tregua unilateral decretada por las Farc- y por otro a los reclamos de sectores de la oposición sobre suspender el proceso, o críticas a la forma de llevarlo a cabo.

   El procurador Alejandro Ordóñez había asegurado que era un error "iniciar las conversaciones sin términos, sin exigir a la guerrilla esa necesaria desmovilización. Fue un error iniciar las conversaciones con colombianos secuestrados, con reclutamiento de niños, sin exigirle a las Farc que cesara de manera inmediata sus actos delictivos, actos criminales contra la sociedad civil y las Fuerzas Armadas".

   Analistas consultados por el diario colombiano 'El País' aseguran que las declaraciones de Santos y de miembros de su Gobierno obedecen a un mensaje a las Farc en La Habana para que las negociaciones avancen. "Está claro que el presidente está presionando el ritmo de las negociaciones en La Habana, tiene que mostrar fortaleza", explica el analista de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila.

   El profesor de sociología de la Universidad del Valle, Jesús Alberto Valencia, asegura que Santos está respondiendo en esta corta declaración ante una presión mediática nacional. "No le queda otra, en las redes sociales y en la calle se nota, incluso, que esta vez más que poner en la picota a las Farc los cuestionamientos van contra el Presidente. Su mensaje es tanto hacia el país, como hacia las Farc, para que estas dejen tanta intransigencia", agregó.

   Por su parte, el experto en seguridad Jhon Marulanda, señaló que en las negociaciones la dinámica que se muestra es que quien "lleva la batuta es las Farc". Y eso se evidencia con "errores como los de suspender los bombardeos, para que estas (las Farc) se puedan reorganizar militarmente".

PONER UN PLAZO, ¿ALGO POSIBLE?

  El jefe del partido Cambio Radical, Carlos Fernando Galán, también había insistido en la necesidad de establecer plazos. "Colombia no aguantaría un proceso de tres o cinco años", aseguró.

   Ávila anotó que las declaraciones del Presidente de ponerle un plazo a la negociación, aunque responden a un clamor ciudadano, son complejas de cumplir. "No es fácil dar un plazo con fechas determinadas porque cómo calcula usted qué tiempo da a cada punto que queda, se da el riesgo de incumplirlo."

   El periodista y tallerista de la Fundación Nuevo Periodismo, Álvaro Sierra, coincide en que es "bastante difícil que las Farc acepten poner plazos. Lo podría imponer el Presidente unilateralmente pero eso arriesgaría el proceso. No creo que por un momento difícil como este convenga tomar decisiones que tengan repercusiones a largo plazo".

   Insistió en que por lo sucedido, que ha generado una gran indignación nacional, no se deben cambiar los parámetros iniciales de negociar en medio del conflicto y que lo que sucede en Colombia no debe afectar las negociaciones de La Habana.

   En los casi dos años y medio del proceso, se han aprobado tres de los cinco puntos (acuerdo en tierras, cultivos ilícitos y narcotráfico y participación en política). Desde agosto pasado se encuentran en el punto de reparación de víctimas y justicia transicional. Este tema es uno de los que más tiempo les ha llevado y aún, según fuentes cercanas a la mesa, se encuentra "empantanado en la parte de justicia transicional".

   Sierra indicó que en este momento en la mesa este punto tiene a su vez ocho puntos complejos que se entrecruzan y se está en los temas más álgidos.