BUENOS AIRES, 12 Feb. (Notimérica) -
La investigadora argentina Gabriela González se ha convertido en una de las protagonistas del descubrimiento de las ondas gravitacionales, una serie de vibraciones en el espacio-tiempo, que ya había predicho Einstein, en su Teoría General de la Relatividad, en 1916.
Aunque Einstein nunca logró probarlo, la doctora González, formada en la Universidad de Córdoba, ha dedicado su vida a la búsqueda de este fenómeno, que marca todo un hito para el mundo de la astrofísica.
Según explicó a comienzos del siglo XX el afamado científico alemán, las ondas gravitacionales surgen de la energía que liberan los cuerpos en el universo. No obstante, la lejanía de estos cuerpos hace que las ondas sea prácticamente imperceptibles en la Tierra.
Las frecuencias de estas ondas coinciden, en algunas ocasiones, con las del sonido, haciendo posible su traducción para ser escuchadas, en formas de leves pitidos. Esto ha llevado a que las ondas se conozcan popularmente como el 'sonido del universo'.
González fue la encargada de presentar este jueves este hallazgo al mundo, aunque más de 1.000 científicos de 15 países participaron en la investigación.
Casada con el físico Jorge Pullinm, González comenzó su carrera como científica en la Universidad de Syracuse (en Estados Unidos), donde cursó realizó el doctorado.
Más tarde, viajó hasta Boston, donde trabajó para el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo.
LOS ORÍGENES DEL LIGO
González se unió al LIGO --un experimento para la detección de las ondas gravitacionales-- prácticamente desde sus inicios. "El primer experimento que hice durante mi doctorado ya estaba relacionado con este proyecto", explica la investigadora en declaraciones recogidas por el diario 'La Nación'.
"Lideré varios grupos de tecnología, de análisis de datos (...) fui miembro de la colaboración y participé en la redacción de la constitución de la colaboración internacional", destaca González.
El descubrimiento de las ondas gravitacionales se produjo el 14 de septiembre de 2015, aunque no se ha difundido hasta febrero de 2016. Además del proyecto estadounidense LIGO, otros países, como Japón, Alemania o Italia, también están desarrollando proyectos propios sobre este tema.