Actualizado 10/03/2007 06:43

R.Dominicana.- El presidente dominicano no otorgará la nacionalidad a los hijos de inmigrantes haitianos


SAN JUAN, 10 Mar. (EP/AP) -

El presidente dominicano, Leonel Fernández, no tiene intención de cumplir la sentencia impuesta por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2005 para que conceda la nacionalidad de su país a los hijos de inmigrantes haitianos que viven en la frontera.

A este respecto, el Fernández argumentó que "la Constitución de República Dominicana establece que la ciudadanía se puede dar a través del vínculo sanguíneo o territorial, y en el ámbito territorial, siempre y cuando los padres de la criatura sean residentes legales en el país".

Así, el presidente dominicano manifestó, durante su visita al gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, que a pesar de llo dictado por la Corte, la Carta Magna dominicana establece tres supuestos por los que una persona puede adquirir la ciudadanía, y estos no los cumplen los menores afectados.

A su juicio, "los transeúntes, los que tienen cargos diplomáticos, los que no tienen residencia legal en la República Dominicana" no tienen la nacionalidad y "tampoco sus hijos".

Sin embargo, para Hilda Guerrero, portavoz del Comité Pro Niñez Dominico-Haitiana, Fernández está utilizando subterfugios legales para violar un mandato internacional que le fue impuesto el 8 de septiembre del 2005 y que obliga al Gobierno dominicano a reconocer y otorgar la ciudadanía a esos niños.

Según Guerrero, el Gobierno incluso apeló esa sentencia y falló, por lo que el presidente dominicano hace una interpretación a su conveniencia de lo que establece la Constitución del país caribeño.

"Él está violando la Constitución dominicana, porque la Constitución indica, en el artículo dos, que toda persona que nace en territorio dominicano es dominicana, excepto hijos de funcionarios diplomáticos y personas que estén en tránsito", señaló Guerrero.

"Esos niños y niñas por los que se emitió esa sentencia son nacidos en República Dominicana de tercera y cuarta generación. Yo pregunto si una persona que lleva sesenta años viviendo en un país está en tránsito", cuestionó Guerrero, durante una protesta frente a un hotel de San Juan, donde el presidente dominicano participó en un encuentro con empresarios boricuas.

Fernández catalogó la delicada controversia como "un problema de interpretación de la Constitución dominicana", a pesar de que el caso atendido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos se prolongó ocho años.

Se estima que en la frontera entre República Dominicana y Haití viven entre 500.000 y un millón de personas, en su mayoría haitianas, que cruzaron la frontera para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar y viven sin acceso a agua potable y energía eléctrica, así como servicios de salud y educación.

La organización Human Rights Watch informó de que hasta un 6 por ciento de las personas que viven en esa frontera estaría infectado con el virus del sida.