Actualizado 13/06/2009 22:15

RESUMEN 4-Ahmadinejad gana reñida elección, choques en Teherán

Por Parisa Hafezi y Fredrik Dahl

TEHERAN (Reuters/EP) - Miles de personas se enfrentaron el sábado con la policía, luego de que la disputada victoria electoral del presidente Mahmoud Ahmadinejad provocara las peores protestas vistas en Teherán desde la Revolución Islámica de 1979.

El Líder Supremo de Irán, ayatollah Ali Khamenei, exhortó el sábado a todos los iraníes a respetar la victoria de Ahmadinejad, luego de unas elecciones presidenciales que su rival moderado describió como una "peligrosa farsa".

El mandatario iraní descartó las acusaciones, señalando que el proceso se desarrolló de manera justa y libre.

La escala del triunfo de Ahmadinejad arrojó agua fría sobre las amplias expectativas de que el candidato reformista Mirhossein Mousavi pudiera ganar la contienda.

Hasta 3.000 partidarios de Mousavi tomaron parte en las manifestaciones. Algunos cantaban "Mousavi toma devuelta nuestro voto. ¿Qué pasó con nuestro voto?".

Otros gritaban contra Ahmadinejad mientras intentaban detener el tránsito en una atestada vía capitalina.

"Somos iraníes también" y "Mousavi es nuestro presidente", dijeron.

El ministro del Interior, Sadeq Mahsouli, un aliado de línea dura de Ahmadinejad, declaró que el presidente había sido reelecto a un segundo mandato de cuatro años con el 62,6 por ciento de los votos, frente al 33,7 por ciento para Mousavi, en un récord de concurrencia a los comicios del 85 por ciento.

EEUU MONITOREA PROCESO

El Gobierno de Estados Unidos aseveró el sábado que está siguiendo de cerca el resultado de las elecciones presidenciales de Irán, incluyendo "reportes de irregularidades" en la votación.

"Al igual que el resto del mundo, estamos impresionados por el vigoroso debate y entusiasmo que esta elección ha generado, especialmente entre los iraníes jóvenes", afirmó la Casa Blanca en un comunicado.

"Nosotros seguiremos monitoreando toda la situación de cerca, incluyendo reportes de irregularidades", agregó.

Previamente, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo que esperaba que el resultado de las elecciones reflejara la voluntad del pueblo iraní, evitando comentar directamente sobre a disputada reelección de Ahmadinejad.

Por su parte, un funcionario de alto rango del Gobierno estadounidense instó a una "resolución pacífica" de los comicios en la república islámica.

También indicó que Washington no estaba listo para pronunciarse sobre el resultado del proceso iraní, aprovechando para indicar que Teherán debería aprovechar la oportunidad del debate electoral para iniciar un diálogo con Estados Unidos.

El ex primer ministro Mousavi protestó tras lo que calificó como violaciones y manipulación en las elecciones. Funcionarios del Ministerio del Interior rechazaron las denuncias.

Mousavi dijo que miembros de su cuartel electoral fueron golpeados "con bastones, palos de madera y varas eléctricas".

En un incidente, policías en motocicletas golpearon a partidarios de Mousavi que realizaban una protesta sentados en la plaza Vanak de la capital.

En la Universidad de Teherán, unos 100 policías con cascos y escudos usaron gas lacrimógeno y pimienta al perseguir a unos 300 a 400 estudiantes que cantaban: "Gente: apóyennos, apóyennos".

El ayatollah Ali Khamenei, máxima autoridad de Irán, instó el sábado a los candidatos que perdieron las elecciones evitar "conductas provocativas".

"El elegido y respetado presidente es el mandatario de toda la nación y todos, incluyendo los competidores de ayer, deben apoyarlo por unanimidad y ayudarlo", afirmó en un comunicado leído por la televisión estatal.

Mousavi, veterano de la Revolución Islámica de 1979, había protestado contra lo que describió como numerosas irregularidades obvias en los comicios.

"Advierto que no me rendiré ante esta peligrosa farsa. El resultado de tal desempeño de algunos funcionarios pondrá en peligro los pilares de la República Islámica y establecerá la tiranía", dijo Mousavi en una declaración que entregó a Reuters.

DISPUTA NUCLEAR

Analistas iraníes y occidentales dijeron que la reelección de Ahmadinejad posiblemente decepcionará a las potencias que buscan convencer a Irán para que suspenda sus actividades nucleares, que se sospecha están dirigidas al desarrollo de armas nucleares.

También afirman que el nuevo mandato de Ahmadinejad podría complicar aún más los esfuerzos del presidente estadounidense, Barack Obama, para acercarse a Teherán.

"No augura nada bueno para un acuerdo rápido y pacífico de la disputa nuclear", dijo Mark Fitzpatrick, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres.

Una muy reñida campaña generó una intensa emoción dentro de Irán y un gran interés en todo el mundo. La contienda reveló profundas divisiones entre figuras reconocidas del sistema, entre los que respaldaban a Ahmadinejad y los que abogaban por cambios sociales y políticos.

Ahmadinejad acusó a sus oponentes de intentar debilitar a la república islámica mediante una política de distensión con Occidente. Mousavi contraatacó diciendo que el presidente conservador había humillado a los iraníes con su política exterior "extremista".

Enumerando varias quejas ante las autoridades antes de que los resultados oficiales fueran anunciados, Mousavi dijo el viernes por la noche que mucha gente no había podido votar y que habían faltado papeletas para las urnas.

También acusó a las autoridades de bloquear el envío de mensajes de texto, con los que su campaña intentó acercarse a los jóvenes votantes urbanos.

"Soy el ganador definitivo de estas elecciones presidenciales", manifestó Mousavi.