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Por Parisa Hafezi y Fredrik Dahl
TEHERAN (Reuters/EP) - La Guardia Revolucionaria iraní amenazó el lunes con reprimir las protestas callejeras, después de que el líder de la oposición Mirhossein Mousavi pidiera a sus partidarios que sigan manifestando en contra de las polémicas elecciones del 12 de junio.
Gritos de "Allahu Akbar" (Dios es grande) se sintieron en Teherán al caer la noche, mientras partidarios de Mousavi se reunieron en azoteas y techos para clamar su desafío a las autoridades, una táctica usada en la Revolución Islámica de 1979.
"En la delicada situación actual (...) los Guardias se encararán firmemente de un modo revolucionario con los alborotadores y aquellos que violen la ley", dijo un comunicado en la página de internet del cuerpo paramilitar.
El comunicado de los Guardias, considerados los vigilantes más leales de la élite clerical en el poder, indica claramente una represión sobre cualquier nuevo disturbio por la reelección del presidente ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad.
La policía antimotines y miembros de la milicia religiosa Basij se desplegaron en el centro de Teherán y testigos dijeron que unos 1.000 partidarios de Mousavi se habían reunido en la plaza Haft-e Tir, pese a la advertencia de los Guardias.
Desde su balcón, un testigo vio como miembros de la milicia Basij atacaron a personas que cantaban eslóganes y las arrastraron fuera de una casa vecina.
"Los Basiji fueron realmente agresivos y me exigieron quedarme dentro", dijo el testigo. "Yo temía que fueran a entrar a mi casa también", agregó.
El domingo por la noche, Mousavi, que según los resultados oficiales fue claramente derrotado por Ahmadinejad en unas elecciones que él dice fueron manipuladas, pidió más protestas a sus simpatizantes.
"Protestar contra las mentiras y el fraude (en estas elecciones) es vuestro derecho", dijo en un comunicado en su página web.
Al mismo tiempo, hizo una velada referencia a las fuerzas de seguridad para que muestren contención con las manifestaciones, después de que los líderes más conservadores dijeran que usarían la fuerza.
Los Guardias Revolucionarios dijeron que no dudarán a la hora de enfrentarse a las protestas "ilegales" de los partidarios de los candidatos presidenciales derrotados y advirtió a Occidente que deje de apoyar a los "agitadores".
El presidente del comité judicial del Parlamento dijo que el llamamiento de Mousavi para "protestas ilegales y emitir comunicados tan provocativos" es una fuente de disturbios.
"Estos actos delictivos deberían ser afrontados firmemente", manifestó en declaraciones a la agencia semioficial de noticias Fars. "El terreno está preparado para perseguir a Mousavi legalmente", añadió.
REINO UNIDO RETIRA PERSONAL
Autoridades iraníes han acusado a potencias occidentales de apoyar el descontento en las calles y no han descartado la expulsión de algunos embajadores europeos.
Suecia, que ostentará la próxima presidencia de la Unión Europea, dijo que los miembros deberían considerar diseñar un plan para proveer ayuda en sus embajadas en la república islámica a los manifestantes heridos, en coordinación con otras naciones europeas.
Reino Unido informó que está retirando a los familiares del personal que trabaja en su embajada en Irán como resultado de la violencia en el país.
"La violencia actual ha tenido un impacto significativo en las familias de nuestro personal, que se han visto imposibilitadas a llevar una vida normal", informó un portavoz del ministerio. "Como resultado, estamos retirando a los dependientes del personal de la embajada hasta que mejore la situación", agregó.
En Roma, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo estar dispuesto a abrir su embajada en Teherán a los manifestantes heridos; mientras la presidencia de la UE pidió a los estados miembros que estudien convocar a los embajadores iraníes para protestar contra las acusaciones de las autoridades de la república islámica de interferencia occidental.
La televisión estatal iraní dijo que 10 personas murieron y más de 100 resultaron heridas en las manifestaciones del sábado en la capital iraní que desafiaron el llamamiento del Líder Supremo, el ayatolá Ali Khamenei.