Actualizado 09/02/2016 14:08

Río Turbio, la construcción kirchnerista dañada por la corrupción

Cristina Fernández de Kirchner con mineros
HO NEW / REUTERS

   BUENOS AIRES, 9 Feb. (Notimérica) -

   El kirchnerismo se vuelve a ver salpicado por las sombras de la corrupción. En un caso del que se ha hecho eco el diario 'La Nación', las autoridades investigan los posibles tintes políticos de la megaobra de la central térmica de Río Turbio, inaugurada por la expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner el pasado septiembre y paralizada hace apenas un mes.

   Debido a un atraso en el plan de inversiones del Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT), el motor principal de la obra kirchnerista, el actual Gobierno ha puesto en marcha una investigación sobre los posibles lazos políticos y de corrupción que se esconderían tras esta construcción.

   Por ello, se ha formado un equipo de expertos para investigar a fondo las sospechas de corrupción en el yacimiento de carbón e intentar reactivar la mina y sacar el carbón necesario en el menor tiempo posible.

   El encargado de liderar esta intervención de YCRT es Omar Farruk Zeidan, un argentino de 40 años originario de Río Turbio.

   Zeidan conoce de primera mano el caso de la firma encargada de la construcción de la usina, Isolux Corsán, en la que se invirtieron algo más de 700 millones de dólares.

   "Es una empresa financieramente quebrada, con grandes problemas estructurales; estamos haciendo una auditoría de corte, nos han borrado información de varias computadoras, faltan camionetas. Tenemos que investigar los 70 contratos por cifras millonarias que se firmaron con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y que están en plena auditoría", explica Zeidán.

   Con el fin de mejorar la situación, el nuevo interventor contrató a dos auditores para que investiguen el caso; uno de ellos es el exdiputado Manuel Garrido, quien estuvo al mando de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas entre 2003 y 2008.

   Además, Zeidán ya ha llevado a cabo sus primeras medidas, entre las que destacan la cancelación de contratos de último momento, suspensión de celulares, reducción de los alquileres de algunas viviendas y también de los gastos de publicidad.

   Según el medio argentino, los planes iniciales del kirchnerismo pronosticaban que para 2011 la usina ya generaría energía para sumar al sistema interconectado nacional, un objetivo que implica la producción de 1,2 millones de toneladas de carbón.

   No obstante, la anterior mandataria inauguró el primer módulo para generar 120 megas en septiembre, para cuando ya había unas toneladas de mineral en stock, además de gasoil.

   Así, la falta de carbón y la demora de las certificaciones de obra, sumado al cambio de Gobierno y la huelga de los empleados, provocó la parada de la construcción.

   Bajo el punto de vista del nuevo interventor, el principal fallo fue la falta de planificación y los robos. "Los responsables del yacimiento en vez de pensar en una planificación y trabajar para sacar carbón, pensaron en hacer negocios", declaró.

"Robaron. Ése es el gran problema, el alto nivel de corrupción. Al yacimiento lo han utilizado políticamente para ganar elecciones y económicamente para robar", sentenció Zeidán.

FRUTOS DE LA INVESTIGACIÓN

   Por el momento, las autoridades y los afectados por esta situación deberán esperar 120 días para obtener los resultados de la auditoría que está teniendo lugar para investigar el caso.

   Además, los nuevos responsables han desvelado que encontraron convenios con la Universidad de La Matanza para producir un documental sobre YCRT, el cual incluía la participación de unas 90 personas. Sin embargo, no hay rastro del trabajo fruto de dicho convenio, ni de un supuesto estudio de impacto ambiental.

   Zeidán también informó de que se suspendieron los contratos de 29 personas. "Estaban relacionadas con el poder político provincial, no cumplían ninguna función en la empresa y les costaban más de tres millones a YCRT", precisó.