Actualizado 31/07/2015 00:54

Rousseff pide cooperación de los gobernadores para salir de la crisis

RÍO DE JANEIRO, 31 Jul. (Notimérica) -

   La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha pedido cooperación a los 27 gobernadores de los Estados y apoyo al Gobierno en sus medidas a favor del ajuste fiscal y la contención del gasto, según ha explicado este jueves al término de una solemne reunión en Brasilia a la que también han acudido varios ministros.

   De esta manera, Rousseff quería transmitir a los gobernadores la idea de que si en el Congreso Nacional prosperan las llamadas "pautas bomba" --proyectos de ley que podrían desembocar en más gastos para el Gobierno y para los Estados-- la situación de las arcas públicas podría complicarse y Brasil retrasaría su vuelta a la senda del crecimiento.

   "Todos nosotros, en mayor o en menor medida, nos enfrentamos a dificultades fiscales. La salida para resolver nuestros problemas es usar los recursos que tenemos, ser más eficientes, sobre todo en las áreas en las que actuamos conjuntamente", ha destacado la presidenta, remarcando que los gobernadores deben "tener clara" la situación.

   Y es que la situación es una conjunción de factores negativos que se han unido en los últimos meses y que la propia Rousseff se ha encargado de citar: la crisis internacional que no acaba de remitir; la caída de los precios de productos que Brasil exporta en grandes cantidades, como la soja, el hierro o el petróleo; la sequía en el norte y el sureste del país; la desvalorización del real frente al dólar, y la consiguiente subida de la inflación.

   Sin embargo, estas circunstancias no son "una excusa para nadie" y los gobernantes deben ver las cosas con los ojos claros, ha dicho, al tiempo que ha lanzado una vez más un mensaje optimista, diciendo que 2015 será un año de transición y que el año que viene el gigante suramericano volverá a crecer con todo su potencial.

LA SOMBRA DEL 'IMPEACHMENT'.

   En su discurso, de más de media hora, Rousseff también ha aludido indirectamente a los movimientos en la oposición y en las calles que buscan su 'impeachment' por su presunta implicación en la trama corrupta de Petrobras, o por su responsabilidad a la hora de maquillar las cuentas del Gobierno en 2014, con unas maniobras que ahora están siendo analizadas por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).

   Ha dicho que tanto ella como los gobernadores fueron elegidos "en un proceso democrático bastante amplio" y que tienen un deber con la democracia y un compromiso con los electores que dura cuatro años y que, por lo tanto, va hasta 2018.

   Sus palabras tienen especial significado después de que el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) rompiera formalmente con el Ejecutivo, provocando una crisis de gobernabilidad y abriendo una puerta a colocar en el Congreso pautas desfavorables a los intereses de Rousseff y de form algo más remota, a su 'impeachment'.

   En la reunión, Rousseff también ha propuesto trabajar hacia un pacto nacional para reducir los homicidios y el número de presos, y ha pedido a los gobernadores unificar en el 4% el Impuesto sobre Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS en sus siglas en portugués), ya que hasta ahora cada estado tiene un porcentaje diferente, dando lugar a una 'guerra fiscal' y a protestas de los transportistas.