Actualizado 29/01/2013 08:19

Rousseff pide "garantizar" que la tragedia "no se repita jamás"

BRASILIA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha instado a las autoridades del país sudamericano a "garantizar" que la tragedia ocurrida en la discoteca Kiss de Santa María, en la que 231 personas han muerto y 121 han resultado heridas a causa de un incendio, "no se repita jamás".

   "Nosotros, como Poder Ejecutivo, tenemos el deber de garantizar que no se repita jamás. Nuestro trabajo es cuidar de la gente, ocuparnos de que tengan oportunidades para mejorar su vida", ha dicho Rousseff, en un acto con alcaldes y consejeros de las capitales estatales.

   La mandataria ha revelado que está "sobrecogida" por el "dolor". "Ha sido una tragedia, porque eran jóvenes, tenían sueños, podrían ser nuestros futuros políticos o lo que quisieran", ha señalado, en declaraciones recogidas por el diario 'O Globo'.

   El incendio comenzó a las 2.30 horas del domingo a causa de un espectáculo pirotécnico que hizo arder el material para el aislamiento acústico de la discoteca, donde se estaba celebrando una fiesta de estudiantes de la Universidad Federal de Santa María (UFSM).

   En el momento de la tragedia, entre 300 y 400 personas se encontraban en la discoteca, según la última revisión del aforo, pero muchos de ellos no lograron salir por la única salida de emergencia, por lo que la avalancha humana provocada por el pánico fue fatal.

   Los bomberos se vieron obligados a abrir un agujero en una de las paredes de la discoteca para sacar a los asistentes. Sin embargo, hasta bien entrada la mañana no se supo el número definitivo de víctimas debido a lo complejo de la operación de rescate.

   Como consecuencia de ello, 231 personas han muerto, en su mayoría estudiantes universitarios, y 121 han resultado heridas, de las cuales el 80 por ciento padece intoxicación por humo y el 20 por ciento restante presenta quemaderas graves.

   En este contexto, Rousseff ha declarado tres días de luto oficial y ha suspendido su participación en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebra en Santiago de Chile, para consolar a las víctimas.

   Se trata del segundo peor incendio de la historia del país sudamericano. La mayor tragedia se vivió en 1961, cuando 503 personas murieron en Río de Janeiro a causa del fuego que se declaró en el Gran Circo Brasileño.