Publicado 16/04/2015 23:33

Santos aboga por "canalizar" la "rabia" hacia "soluciones productivas"


BOGOTÁ, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha admitido que es "difícil" no "morirse de rabia" tras la muerte de once militares en un ataque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero ha insistido en la necesidad de "canalizar" este enfado hacia "soluciones productivas".

El martes, once militares murieron en una emboscada de las FARC en el departamento del Cauca. Tras el ataque, Santos canceló la orden dada el mes pasado y abrió la puerta a reanudar los bombardeos sobre campamentos guerrilleros.

El mandatario ha reconocido este jueves en Cartagena que le surgieron dudas. "Yo pensaba: ¿cómo reacciono frente a esa situación y frente a ese sueño que yo tengo de la paz?", ha recordado Santos. "Qué difícil no morirse de rabia cuando uno ve a esos soldados asesinados", ha añadido.

Santos ha respondido a quienes le piden una respuesta más firme y ha apuntado que, en el "camino tortuoso hacia la paz", la calma es virtud. En este sentido, ha subrayado que aunque "está bien sentir la rabia y ponerse furioso", es necesario "canalizar esa rabia hacia soluciones productivas".

El presidente ha defendido de esta forma el "sueño" que sigue vivo en La Habana, donde hace más de dos años el Gobierno y la guerrilla iniciaron unas conversaciones de paz para tratar de poner fin a más de medio siglo de conflicto.

CRÍTICAS

Desde su inicio, el diálogo de paz ha contado con partidarios y detractores. En este último grupo se incluye el exmandatario Álvaro Uribe, que este jueves ha pedido una "pausa" en la negociación tras el ataque ocurrido en el Cauca, según medios colombianos.

Uribe ha lamentado que las FARC "mientan" al país y ha considerado "grave" que el Gobierno lleve a los colombianos a "creer esas mentiras".

"El grupo terrorista lo que quiere es justificar su exigencia al Gobierno de una parálisis general de las Fuerzas Armadas", ha apostillado Uribe, antes de reiterar su llamamiento para un alto el fuego "supervisado internacionalmente".