NUEVA YORK (Reuters/EP) - La agencia Standard & Poor's colocó el martes la deuda de Honduras en "B+" con perspectiva negativa para reflejar el impacto económico perjudicial, al crecer la incertidumbre política tras un golpe militar que derrocó al presidente Manuel Zelaya.
"Esta crisis política se genera en un momento de contracción económica interna y externa, debilitando la capacidad del Gobierno para ajustar políticas fiscales y monetarias de manera oportuna, a fin de mantener la liquidez externa y el acceso a los mercados", dijo S&P en un comunicado.
S&P colocó la deuda de Honduras a largo plazo en "B+ y en "B" la deuda a corto plazo en moneda extranjera con implicaciones crediticias negativas.
S&P dijo que podría bajar las calificaciones en un escalón si la combinación de un prolongado riesgo político y las vigentes presiones fiscales derivadas de la caída en las recaudaciones impositivas dan como resultado niveles más bajos de las reservas en moneda extranjera.
Zelaya, en la presidencia desde el 2006, fue derrocado por un golpe la madrugada del domingo, después que causó malestar en el poder judicial, el ejército y el Congreso por buscar cambios constitucionales que permitirían a los presidentes buscar la reelección tras un periodo de Gobierno de cuatro años.
"Una liquidez externa más baja o la potencial parálisis de política debido a la incertidumbre política podrían impulsar la vulnerabilidad a un repentino choque externo. Esto podría socavar la confianza en el tipo de cambio fijo y debilitar la capacidad de pago", dijo S&P.
La agencia calificadora dijo que esperaba resolver la perspectiva crediticia de Honduras en dos meses.
Debido a un sustancial perdón de la deuda en años recientes, se proyecta que la deuda general del Gobierno de Honduras se mantenga en un modesto 24 por ciento del Producto Interno Bruto del país en el 2009.
De manera similar, se proyecta que el servicio de la deuda externa de Honduras (incluyendo la deuda a corto plazo) alcance cerca del 10 por ciento del total de la cuenta corriente.
Pese a la baja carga de deuda, un tipo de cambio rígido y una pobre administración de la política fiscal y monetaria restringen las calificaciones.
Adicionalmente, la falta de un presupuesto fiscal para el 2009 perjudican la transparencia y la calidad de la política fiscal.
La renuencia del Gobierno a ofrecer mayores tasas de interés sobre su propia deuda doméstica ha llevado a recurrir fuertemente a la deuda a corto plazo, incrementando el riesgo de refinanciamiento.
La deuda equivalente a más de tres por ciento del PIB debe madurar en tres tramos en octubre y diciembre de este año, así como en febrero del 2010.
Una combinación de mayor riesgo político, mercados de capitales domésticos más pequeños y la potencial pérdida de liquidez externa podrían perjudicar la capacidad del Gobierno para refinanciar su deuda.
Zelaya regresará a Honduras el jueves para cumplir el resto de su mandato, acompañado por los presidentes de Argentina y Ecuador y el secretario general de la Organización de Estados Americanos.
Zelaya, trasladado el domingo por los militares hondureños a Costa Rica, dijo que tenía el respaldo de la comunidad internacional y que espera que el ejército modifique su posición y lo respalde.