Por Anna Driver
HOUSTON (Reuters/EP) - Allen Stanford, que enfrenta cargos criminales por una presunta estafa que afectó a cientos de inversionistas de Estados Unidos, Latinoamérica y el Caribe, volvió a un juzgado el viernes con la esperanza de obtener la libertad provisional bajo una fianza de 500.000 dólares.
Los fiscales federales, que creen que el magnate podría fugarse, dijeron que apelarán la decisión de la jueza Frances Stacy de dejar salir a Stanford bajo fianza y el compromiso de usar un dispositivo de monitoreo.
El juez de distrito David Hittner, que está asignado al caso criminal, tiene hasta el final del día para decidir si Stanford debe seguir en custodia.
"Estados Unidos busca un pedido para detener al acusado Stanford hasta el juicio porque hay un serio riesgo de que se escape", dijeron fiscales federales en documentos presentados el jueves.
Stanford, de 59 años, ha estado tras las rejas desde la semana pasada cuando se entregó a los agentes federales en Virginia.
Stanford, que apareció a la audiencia del jueves en uniforme naranja y con esposas, fue escoltado por funcionarios al tribunal en la mañana del viernes, aún esposado pero sonriendo y con un traje.
Paul Pelletier, un fiscal federal, argumentó que Stanford tiene motivos para fugarse porque si es condenado enfrenta una vida en prisión.
Stanford también tiene "una red de ricos conocidos" a los que recurrir por apoyo financiero y podría tener acceso a grandes sumas de dinero que el Gobierno no ha podido detectar, dijeron los fiscales.
Stanford y otros cinco fueron acusados la semana pasada de fraude, conspiración y obstrucción.
El financista ha negado repetidamente su participación en cualquier hecho ilegal.