Actualizado 20/06/2009 19:22

Suicida se inmola en santuario Irán, siguen disturbios

Por Dominic Evans y Fredrik Dahl

TEHERAN (Reuters/EP) - Un suicida con bomba se inmoló el sábado en un santuario del fundador de la revolución en Irán, el ayatollah Ruhollah Khomeini, informó la prensa estatal, en un asalto que se suma a los violentos disturbios por el polémico resultado de las elecciones presidenciales.

La cadena Press TV sostuvo que el atacante murió y que ocho personas resultaron heridas. Indicó que el incidente ocurrió en la entrada norte del santuario del imán Khomenei.

"Pocos minutos atrás un suicida con bomba se inmoló en el santuario", dijo Hossein Sajedinia, funcionario policial, dijo por su parte la agencia local de noticias Mehr.

En tanto, los seguidores del derrotado candidato presidencial de Irán Mirhossein Mousavi prendieron fuego el sábado a un edificio en el sur de Teherán usado por partidarios del mandatario Mahmoud Ahmadinejad, dijo un testigo.

El testigo también afirmó que la policía disparó al aire para dispersar a los manifestantes opositores en la calle Karegar, en la zona sur de Teherán.

Paralelamente, la policía antidisturbios de Irán utilizaba bombas lacrimógenas y camiones lanzaagua para dispersar a los manifestantes que desafiaban una prohibición a las protestas, según la prensa estatal.

Testigos informaron que lograron reunirse entre 2.000 y 3.000 personas, un número mucho menor a los cientos de miles implicados en manifestaciones anteriores.

DESAFIO A AUTORIDADES ISLAMICAS

El ataque al santuario de Khomeini aparentemente buscaba provocar la indignación entre los iraníes que reverencian al clérigo chiíta, quien lideró la revolución que en 1979 derrocó al Shah respaldado por Estados Unidos.

Las manifestaciones registradas durante la última semana han sido la expresión más extendida del sentimiento anti Gobierno desde la Revolución Islámica.

El mayor organismo legislativo de Irán dijo el sábado que está listo para realizar un nuevo conteo del 10 por ciento aleatorio de los votos en las disputadas elecciones presidenciales, respondiendo a las quejas de Mousavi y de otros dos candidatos que perdieron frente a Ahmadinejad.

Mousavi, cuyos partidarios realizaron la semana pasada multitudinarias manifestaciones sin autorización en Teherán y otros sectores del país, ha exigido que la elección sea anulada y convocada nuevamente.

Las fuerzas de seguridad reforzaron sus unidades el sábado para evitar nuevas protestas en la capital iraní, después de que el líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei, advirtiera a los líderes de las manifestaciones que serán responsables por cualquier derramamiento de sangre si los disturbios continúan.

La policía antidisturbios lanzaba bombas lacrimógenas al enfrentarse a los manifestantes en la plaza Enghelab (de la Revolución), precisaron testigos.

Un comandante de la policía dijo anteriormente que sus fuerzas manejarán de manera muy firme cualquier manifestación callejera sobre la votación realizada el 12 de junio.

El partido Etemad-e Melli del derrotado candidato Mehdi Karoubi dijo que una protesta fue suspendida debido a la falta de permisos para realizarla y un aliado de Mousavi sostuvo que el político moderado no instó a sus partidarios a salir a las calles.

RECUENTO PARCIAL

Los 12 integrantes del Consejo de Guardianes, encargados de certificar el resultado de las elecciones, anunciaron planes para realizar un conteo parcial.

"A pesar de que el Consejo de Guardianes no está legalmente obligado, estamos listos para recontar el 10 por ciento aleatorio de las urnas de votación, en la presencia de representantes de los tres candidatos (derrotados)", dijo un portavoz del consejo.

El consejo invitó a Mousavi, Karoubi y un tercer candidato, Mohsen Rezaie, a expresar sus preocupaciones en una sesión especial. Pero sólo Rezaie, conservador y ex comandante de la Guardia Revolucionaria, asistió.

La advertencia hecha el viernes por Khamenei fue reforzada por un comandante de policía de alto rango, quien dijo que "a partir de hoy cualquier reunión crítica a la elección será ilegal y la policía lidiará con ella con firmeza y determinación".

Testigos dijeron que vieron a la milicia islámica Basij, desplegándose a través de Teherán.

"Si hay cualquier derramamiento de sangre, los líderes de las protestas serán hechos directamente responsables", dijo el clérigo ante una enorme multitud que abarrotaba la Universidad de Teherán y calles adyacentes por las oraciones del viernes.

Decenas de reformistas han sido arrestados y las autoridades han hecho una redada a medios extranjeros y locales.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó la violencia de las fuerzas de seguridad y dijo que creía que los iraníes deberían ser libres para protestar, endureciendo la retórica de la Casa Blanca sobre los hechos posteriores a la elección.