Actualizado 15/04/2018 08:34

Cómo una tajada de sandía puede desencadenar una guerra

Sandia
CSIC - Archivo

PANAMÁ, 15 Abr. (Notimérica) -

Un acto de prepotencia y soberbia fue el motivo de una guerra abierta entre los humildes trabajadores panameños y los estadounidenses. Este incidente ocurrió el 15 de abril de 1856 en la República de la Nueva Granada, ahora Colombia y Panamá. El detonante de este conflicto estuvo en la disputa por una tajada de sandía.

El soldado estadounidense, Jack Oliver, acompañado por un grupo de americanos decidieron comprar un trozo de sandía. El vendedor, José Manuel Luna, se lo vendió pero el americano se negó a pagárselo. Esto provocó un altercado entre los americanos y el vendedor.

Oliver, en un visible estado de embriaguez, saco un arma y disparó. Miguel Habraham, quién había salido en defensa de Luna, recibió el disparo pero salió ileso. Los americanos escaparon inmediatamente del lugar. Los lugareños se unieron a Luna y les siguieron hasta la estación de ferrocarril, dónde acababa de llegar un tren cargado de soldados americanos que se vieron envueltos en la reyerta sin desearlo.

Los soldados, superados en número, se atrincheraron en la estación. Los lugareños incendiaron los edificios adyacentes y la estación para matarlos. La Guardia Nacional, que acudió al lugar para resolver la disputa, inició un tiroteo con los americanos. Fue necesaria la participación de un regimiento estadounidense para dar por finalizado el altercado entre ambos bandos.

El Gobierno americano inició una serie de propuestas para que el gobierno granadino les compensara por lo ocurrido. Pero Nueva Granada culpaba a los Estados Unidos. Las mutuas acusaciones continuaron hasta que los estadounidenses decidieron resolver el asunto con una intervención armada el 19 de septiembre de 1856.

Los estadounidenses alegaron una violación al Tratado Mallarino-Bidlack, que habían firmado en 1846 con la República de Nueva Granada, para explicar la intervención armada. La intervención estadounidense logró su objetivo.

El 10 de septiembre de 1857, la República de la Nueva Granada aceptó la culpa y firmó el Tratado Herrán-Cass, además de indemnizarles con 412.394 dólares estadounidenses en oro. El trozo de sandía "costó" muchas vidas humanas y más de 400.000 dólares pero sirvió para unir a un pueblo.