Actualizado 18/07/2009 02:21

Tensiones EEUU-Venezuela se avivan por crisis Honduras

Por Patricia Zengerle

CARACAS (Reuters/EP) - El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha reavivado su retórica antiestadounidense desde que estalló la crisis en Honduras, enfriando las esperanzas de una reconciliación entre los socios comerciales convertidos en amargos rivales.

El izquierdista Chávez inicialmente acusó a Washington del golpe del 28 de junio contra su aliado hondureño Manuel Zelaya, pero bajó el tono de su campaña de satanización de Estados Unidos en América Latina luego de que el presidente Barack Obama se unió rápidamente a la condena mundial del golpe.

El inusual acuerdo político entre los rivales terminó esta semana mientras la crisis seguía sin el retorno de Zelaya. Frustrados, Chávez y líderes aliados volvieron a culpar a Washington.

"Los militares de Honduras no hubieran dado un paso (...) sin la aprobación del Departamento de Estado", dijo Chávez esta semana en Bolivia donde, junto a su par de ese país, Evo Morales, y otros líderes izquierdistas se reunieron con la canciller hondureña del Gobierno depuesto para mostrarle su apoyo.

Morales acusó a Washington del golpe y el líder cubano Fidel Castro publicó una columna diciendo que "es absolutamente falsa la idea de que el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, ignorara o desalentara el golpe".

Daniel Hellinger, de la Universidad de Webster en Misuri, consideró que "Honduras es muy importante para Chávez (...). Si Zelaya no regresa, entonces culpará a Washington".

Además estimó que la restauración de Zelaya supondría un triunfo para Chávez, pero Estados Unidos también puede afirmar que ha actuado en apoyo a la democracia.

El Gobierno de Obama calificó de ilegal el golpe a Zelaya, demandó su reinstalación, cortó la ayuda militar y dejó las negociaciones a un respetado líder latinoamericano, el presidente costarricense, Oscar Arias.

Esa postura fue bienvenida en una región que Washington buscó dominar por mucho tiempo apoyando repetidos golpes de Estado de derecha.

"La posición del Gobierno de tomar distancia (...) ha disminuido suspicacias sobre Estados Unidos", dijo John Carey, experto regional del Dartmouth College en New Hampshire.

Aunque Estados Unidos es uno de los principales clientes del miembro de la OPEP, Chávez ha satanizado a Washington mientras avanza en su revolución socialista y funcionarios estadounidenses le acusan de ser una amenaza para la estabilidad de la región.

Las relaciones entre ambos llegaron a su punto más decadente con el Gobierno del predecesor de Obama, George W. Bush, que avaló un golpe de Estado en el 2002 que sacó brevemente a Chávez del poder.

¿HABRA SANGRE?

Pese a la recién recalentada retórica, la mayoría de observadores todavía espera alguna solución negociada en Honduras, como una elección anticipada en la que no puedan participar ni Zelaya ni Micheletti, y aseguran que la posibilidad de una salida violenta es escasa.

Pero, la falta de avance tras la mediación de Arias el fin de semana al tiempo que manifestantes bloquean las autopistas en el país exportador de café y textiles, han levantado la sombra de la violencia, además del posible fin de los buenos esfuerzos por parte del ocupante de la Casa Blanca.

"Si las cosas no cambian rápido (...) podríamos tener otro intento del presidente Zelaya de volver a entrar al país. Choques entre grupos afectos al Gobierno de facto contra los partidarios de Zelaya (...) es el escenario más impredecible", dijo Eric Farnsworth, vicepresidente y cabeza del Consejo para las Américas de Washington.

"Sería un escenario que estaría lleno de complicaciones para el Gobierno (de Obama)", agregó, recalcando la necesidad de una salida negociada.

Tal resultado podría no convenir a Chávez o a terceras personas vistas como promotoras del caos en Honduras.

Brasil, Perú, Costa Rica, México -entre otras naciones- no quieren que Centroamérica entre en otra era de inestabilidad y guerra civil como la que vivió en la década de 1980, especialmente en momentos de crisis económica global.

Pero si las cosas empeoran en Tegucigalpa y Chávez y sus aliados son percibidos como responsables, podría perder amigos importantes.

"Pienso que Estados Unidos tiene menos riesgo que Chávez, si Chávez trata de cambiar su retórica por acción", opinó el experto en América Latina Robert Pastor, de la American University en Washington, quien fue consejero de seguridad nacional para la región durante el Gobierno del ex presidente Jimmy Carter.

"Yo hubiera deseado que Estados Unidos le dijera a Chávez en privado y silenciosamente 'estamos trabajando juntos en esto, puedes decir lo que necesites en público, pero no hablaremos de acciones militares'", comentó. "Como ese no fue el caso, pienso que es Venezuela el que permanece en riesgo", agregó.