Actualizado 22/02/2015 21:18

Testigo del caso Nisman admite diferencias en sus declaraciones por ser más "puntillosa"

Caso nisman
Foto: REUTERS

BUENOS AIRES, 22 Feb. (Notimérica) -

   La testigo que denunció irregularidades en la escena del crimen la noche en que apareció muerto el fiscal federal Alberto Nisman, Natalia Fernández, ha afirmado que no cambió su testimonio "en sí", ante la fiscal que instruye la causa, Viviana Fein, sino que fue más "puntillosa", aunque admite que puede haber diferencias en sus testimonios.

   Fernández ha asegurado en una entrevista con el diario argentino 'perfil' este domingo, que está pasando unos días "difíciles", después de que hiciese público que se habían alterado gravemente las pruebas en casa de Nisman. La testigo llegó a afirmar que de las cincuenta personas que había, algunas incluso bebían y comían.

   "Ustedes creen a un comunicado de Viviana Fein sobre mi declaración con ella, pero mi declaración ni yo la tengo, pedí una copia y me dijeron que no", ha denunciado la testigo, añadiendo que "sólo en este país te toma declaración la misma persona que te dice mentirosa por desacreditar su forma de trabajo".

   Después de las declaraciones públicas de Fernández, la fiscal dijo que iba a tener que "hacerse cargo". Por eso, este viernes la testigo tuvo que declarar ante el Ministerio Público y después ha confesado que "puede que entre lo que le dije a 'Clarín' y lo que declaré haya diferencias, porque fui mucho más puntillosa con horarios y demás, pero no cambié mi relato en sí. Más que nada mi problema es con los horarios".

   La joven también ha cuestionado al abogado que habló en su nombre: "Lo llamé 400 veces y no me respondió porque estaba dando notas desde temprano". Además, ha asegurado que no puede dormir y se siente presionada: "Lo que me está pasado es una mierda".

PRUEBAS CONTAMINADAS

   Durante su descripción de lo que había sucedido, Fernández llegó a comparar la escena del crimen con "una reunión con amigos tomando algo". Los presentes "tomaban mate y pidieron medialunas" para comer.

   La joven no entendía la situación e incluso ha afirmado que le "indignaba". En un momento dado, el portero de Nisman le ofreció tomar café: "Era la cafetera de Nisman. No lo acepté, porque me indignaba toda la situación". El único AND distinto al de Nisman que la fiscal dijo haber encontrado en el departamento estaba precisamente en una taza de café.

   Sobre la contaminación de pruebas Fernandéz resaltó un momento en que un perito de la Policía científica entró con el teléfono de Nisman y le aplicó unos polvos blancos para tomar huellas. Lo dejó sobre la mesa del salón y se fue con orden de que nadie lo tocara. Sin embargo, el teléfono sonaba y una mujer lo agarró: "Lo manoseó todo y lo intentó desbloquear".