Actualizado 17/02/2015 21:35

Una testigo dice que las pruebas se alteraron gravemente en casa de Nisman

Efectivos policiales con el cadáver de Alberto Nisman.
Foto: MARCOS BRINDICCI / REUTERS

BUENOS AIRES, 17 Feb. (Notimérica) -

   Una testigo que estuvo presente en el proceso de peritaje del departamento del fiscal Alberto Nisman tras su muerte ha declarado que se produjeron serias irregularidades y que se contaminó la escena, donde había unas cincuenta personas y algunas de ellas bebían y comían.

   Argentina desayuna con una nueva bomba informativa casi cada mañana durante las últimas semanas. Desde la muerte del fiscal Nisman, la investigación avanza con paso tortuoso y las dudas se siguen acumulando mientras aparecen nuevas revelaciones.

   La testigo Natalia Gimena Fernández tiene 26 años y trabaja como camarera en un restaurante del barrio de Puerto Madero, donde residía el fiscal. Su cara y sus declaraciones han aparecido en la mañana del martes en el diario 'Clarín' y han hecho que la causa Nisman se vuelva a tambalear, esta vez desde sus cimientos.

   Según el procedimiento habitual sancionado por la ley, es necesario que en la escena de un peritaje haya dos testigos de cargo para dar fe de que todo se ha hecho según consta en acta. La firma de Natalia está efectivamente en el acta de la declaración, según muestra el diario 'Clarín' en el teléfono de la reportera Natasha Niebieskikwiat.

   Natalia salía de trabajar junto a una amiga en la madrugada del domingo cuando agentes de la Prefectura les pidieron que actuaran como testigos. La testigo estuvo en el lugar hasta casi las 09.00 (hora local), pero su amiga tenía que viajar al día siguiente y casi al final fue reemplazada por el portero de Le Parc, el complejo de edificios.

PRUEBAS CONTAMINADAS

   La descripción que hace la joven del lugar es especialmente estrafalaria, donde dijo que debía haber unas cincuenta personas y la ha comparado a la de "una reunión con amigos tomando algo" en declaraciones a Radio Mitre. Los presentes, siempre según el testimonio de Natalia, "tomaban mate y pidieron medialunas" para comer.

   La joven no entendía la situación e incluso ha afirmado que le "indignaba". En un momento dado, el portero de Le Parc le ofreció tomar café: "Era la cafetera de Nisman. No lo acepté, porque me indignaba toda la situación". El único ADN ajeno a Nisman que la fiscal que investiga la muerte de Nisman, Viviana Fein, dice haber encontrado en el departamento está precisamente en una taza de café.

   Sobre la contaminación de pruebas hace hincapié otra de las escenas que describe Natalia. Un perito de la policía científica entró con el teléfono de Nisman y le aplicó unos polvos blancos para tomar huellas. Lo dejó sobre la mesa del salón y se fue con orden de que nadie lo tocara. Sin embargo, el teléfono sonaba y una mujer lo agarró: "Lo manoseó todo y lo intentó desbloquear".

   Natalia le dijo a la mujer que habían dicho que no lo tocaran: "La mina soltó el teléfono y hubo carcajadas". Cuando el perito volvió para sacar las huellas, "todos se miraban cómplices y se reían porque sabían que lo había manoseado todo el mundo. Estaba arruinado".

   No fueron las únicas risas que escuchó Natalia mientras estuvo presente. Cuando ella y su amiga llegaron, estaban sacando el cuerpo de Nisman en una camilla: "Se lo llevaron para la derecha, pero a los 15 minutos lo volvieron a meter y se lo llevaron para la izquierda. 'No boludo, por acá no. Es por allá', decían con risas".

   Natalia firmó el acta del proceso al día siguiente, martes 20 de febrero. Según dice, le apuraron para firmar y no lo leyó porque alguien tenía prisa por enviar el documento: "Nadie me explicó lo que firmaba".

SE SINTIÓ AMENAZADA

   La joven confiesa que ha decidido hablar ahora por miedo, para exponerse y salir del anonimato. Según comenta, ya ha habido un par de ocasiones en que un hombre ha acudido a su trabajo y le ha preguntado si ella es Natalia Fernández, la testigo del proceso.

   Otro de los que la visitaron en su trabajo habría sido un supuesto representante de Amnistía Internacional para ofrecerle los servicios del abogado Fernando Burlando, el abogado más mediático del país, que hace sólo unas semanas anunció que defendería a uno de los acusados por Nisman en la causa por encubrimiento contra la presidenta, Fernando Esteche.

   La directora ejecutiva de Amnístía Internacional Argentina, Mariela Belski, ha negado en el canal TN que este ofrecimiento haya tenido lugar y ha dicho que "alguien está utilizando el nombre de Amnistía", ya que la organización sólo litigia en contados casos de Derechos Humanos y no forma parte de su política la recomendación de abogados.

DESMENTIDA DE FEIN

   Poco tiempo después de conocerse las declaraciones de la testigo, la fiscal Fein se ha mostrado sorprendida y ha atacado duramente esas afirmaciones. "No es ni mínimamente lo que pasó", dijo a los canales TN y A24.

   "Que demuestre lo que ha dicho y que se haga cargo", añadió tras decir que la joven estaba mintiendo y que era todo una "fantasía". Sin embargo, Natalia dijo en Radio Mitre a mediodía que ella no es "un personaje de fantasía" y ha recalcado: "Está mi firma ahí. Yo digo lo que vi".