Actualizado 06/07/2009 03:14

Tres personas mueren en disturbios en región china de Xinjiang

Por Chris Buckley

PEKIN (Reuters/EP) - Tres personas murieron en disturbios registrados el domingo en la inestable región china de Xinjiang, informó un medio estatal, en una confrontación que evidenció las profundas diferencias entre las etnias de la zona.

La agencia oficial de noticias Xinhua dijo que manifestantes "se reunieron ilegalmente en varios lugares y se vieron involucrados en golpes, destrozos, saqueos e incendios", en la capital regional de Urumqi.

Las tres personas que murieron eran de la etnia Han, agregó Xinhua, sin precisar cómo fallecieron.

Los informes oficiales tampoco especificaron la etnia de los involucrados en los disturbios ni la razón detrás de éstos. Varias llamadas a un portavoz del gobierno de Xinjiang y la policía de Urumqi no fueron contestadas.

Pero otras fuentes dijeron a Reuters que los enfrentamientos involucraron a miembros de la minoría étnica Uighur, muchos de los cuales resienten la presencia china en la región y los controles culturales y religiosos impuestos por el Partido Comunista de China.

Dilxat Raxit, un defensor de la independencia de Uighur, exiliado en Suecia, dijo que la inestabilidad fue provocada por el resentimiento tras una confrontación entre trabajadores de las etnias Han e Uighur de una fábrica en el sur de China, en la que fallecieron dos Uighur.

"Comenzó como una asamblea pacífica. Había miles de personas pidiendo que se ponga un fin a la discriminación étnica, pidiendo una explicación. Esta ira ha estado creciendo por largo tiempo", dijo sobre el encuentro Urumqi.

Casi la mitad de los 20 millones de habitantes de Xinjiang son Uighur.

Xinjiang ha estado bajo una fuerte seguridad en los últimos años, especialmente durante los preparativos de los Juegos Olímpicos celebrados en Pekín en el 2008, cuando la región fue golpeada por mortíferos ataques que las autoridades atribuyeron a militantes.

Pero grupos de derechos humanos y a favor de la independencia de Uighur dicen que Pekín exagera la amenaza de los militantes para justificar duros controles que restringen las demandas políticas pacíficas.