BUENOS AIRES, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, abrió hoy la cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en la localidad de Bariloche recordando ante los 12 mandatarios presentes que la región ha tenido "experiencias terribles" relacionadas con la colocación de bases militares por parte de otros países.
"Tenemos experiencias en el continente terribles de enclaves coloniales con bases extracontinentales", dijo Fernández de Kirchner durante la inauguración de esta reunión histórica de presidentes que tiene como principal objetivo analizar el acuerdo que permitirá a Estados Unidos desplegar unos 1.400 soldados y contratistas en siete bases militares colombianas.
La Guerra de las Malvinas, que Argentina libró con Reino Unido en 1982, fue el ejemplo que utilizó Fernández de Kirchner para referirse a este convenio que ha despertado una fuerte controversia en la región ante el rechazo de la mayoría que han calificado este hecho como una injerencia por parte de Estados Unidos.
Uno de los mandatarios presentes es el colombiano Álvaro Uribe, quien llegó anoche (madrugada en España) a Argentina para participar en esta cumbre, aunque su gobierno ha dejado claro que no condicionará el convenio de cooperación militar con la Casa Blanca con sus pares de la UNASUR porque las negociaciones ya están cerradas.
En el avión de camino a Bariloche, Uribe dijo a un grupo de periodistas que uno de los aspectos que defenderá en la cumbre es que "la seguridad es un interés esencial de Colombia, como debería ser de todos" los países del continente.
Uribe planteará en el encuentro el conflicto armado que vive Colombia desde 1940 que ha obligado al gobierno aplicar de manera consecuente políticas de seguridad cada vez más contundentes. "Esta violencia todavía no la hemos superado y esto necesita gran comprensión de todos los procesos de integración de la comunidad internacional", acotó.
También recordó que los "sectores pobres no tiene con qué pagar seguridad privada" siendo éstos los grandes afectados con el desplazamiento" así como por el "crecimiento de la pobreza que se dio en el país como consecuencia de la violencia".
Pese a que no es un punto que está en agenda, el mandatario colombiano abrirá un espacio para discutir otros problemas que "la comunidad internacional no puede desconocer en los procesos de integración" como es el tráfico de armas, el narcotráfico y el terrorismo en la región.
"Todo proceso de integración debe tener en cuenta los intereses esenciales de cada uno de los países signatarios y la seguridad es un interés esencial de Colombia, como debería ser de todos", subrayó Uribe.