Actualizado 06/12/2013 00:46

Exmilitar uruguayo tilda de "insignificantes" las muertes en la dictadura

MONTEVIDEO, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El ex coronel y jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia durante la dictadura militar uruguaya Elmar Castiglioni ha manifestado este jueves que las muertes que se produjeron son "insignificantes", ya que se producen muchas más durante "una mañana en Irak".

   El ex militar, ahora portavoz del foro de extrema derecha 'Libertad y Concordia', ha restado importancia a los centenares de asesinados y desaparecidos durante la dictadura. Si bien, ha reconocido que se produjeron "excesos", ha señalado que las víctimas que produjo la violencia del Estado entre 1973 y 1985 son "el resultado de un mañana de guerra en Irak, Afganistán o Pakistán".

   Castiglioni además ha denunciado "la falta de garantías" que sufren los militares cuando son investigados por las violaciones a los Derechos Humanos que se produjeron durante la dictadura castrense. Del mismo modo, ha catalogado de "absurdo" el intento de utilizar en Uruguay el mismo marco legal que se utilizó para castigar a los criminales de la Segunda Guerra Mundial.

   El que fuera miembro de las Fuerzas Armadas uruguayas ha catalogado al Gobierno de "colcha de retazos", cuya intención de llevar ante los tribunales a los responsables de los crímenes de la dictadura, no es más que un intento por "mantener la unión interna" del partido, según ha informado el diario uruguayo 'El Observador'.

DICTADURA MILITAR

   La dictadura militar uruguaya rigió el país entre 1973 y 1985. El hasta entonces presidente, Juan María Bordaberry, elegido en las urnas en 1971, disolvió las Cortes con la ayuda de las Fuerzas Armadas y dirigió al país hasta el año 76. Posteriormente, le sucedieron una serie de mandatarios, acordados por las fuerzas castrenses.

   La historia reciente de Uruguay se ha caracterizado, entre otras cosas, por el intento de condenar a los dictadores que dirigieron al país durante esos doce años. Si bien tres de ellos ya se encuentran fallecidos, aunque Bordaberry llegó a pisar la cárcel, el último presidente 'de facto', Gregorio Álvarez, permanece en prisión por delitos de lesa humanidad.