Actualizado 16/05/2011 23:49

La popularidad de Mújica baja hasta el 41%, el nivel más bajo desde que comenzó su mandato

MONTEVIDEO, 16 May. (Reuters/EP) -

La popularidad del presidente de Uruguay, José Mujica, ha descendido nueve puntos porcentuales, en mayo, alcanzando un 41 por ciento, el peor nivel desde que inició su gestión, según el último sondeo difundido este lunes.

Según la empresa Interconsult, el principal motivo del descontento con el mandato de Mujica, que comenzó en marzo de 2010, es la incipiente sensación de inseguridad ciudadana. Hace un año, su popularidad rozaba el 75 por ciento.

No obstante, una mayoría ha aprobado el programa de medidas económicas emprendidas por su Ejecutivo, fruto del Gobierno anterior, ya que las familias tienen más dinero y también hay más empleo, ha apuntado el director de la consultora, Juan Carlos Doyenart.

La economía uruguaya creció un 8,5 por ciento en 2010, el octavo año consecutivo de subida. El paro se cifra en un 6,4 por ciento en marzo, cuando el año pasado se encontraba en el 7,5.

"Hoy la situación de Mujica es crítica, lo que no quiere decir que no mejore", ha afirmado Doyenart. "Comenzó su Gobierno con una popularidad muy alta, del 75 por ciento, más que" su antecesor, Tabaré Vázquez, "y fue cayendo sistemáticamente hasta ubicarse en el punto más bajo hasta ahora", ha apostillado.

Asimismo, también ha contribuido al declive de la popularidad del presidente uruguayo el debate que se ha creado en torno a la derogación de la Ley de Caducidad, que impide juzgar a los exmilitares que cometieron delitos durante la dictadura que gobernó el país entre 1973 y 1985. Al respecto, Mujica y dirigentes de la coalición que lo respalda, el Frente Amplio, han protagonizado fuertes enfrentamientos dialécticos.

La Corte Suprema de Justicia de Uruguay determinó el pasado viernes que los crímenes cometidos durante la dictadura no fueron delitos de lesa humanidad --imprescriptibles--, sino homicidios, prescribiendo el próximo mes de noviembre.

Después de que el Senado aprobara su derogación, esta medida se discute ahora en el Congreso, donde ha creado un fuerte rechazo de la oposición y una división en el seno del Frente Amplio.