CARACAS, 16 Ago. (EP/AP) -
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, presentó ayer su propuesta de reforma constitucional ante la Asamblea Nacional, basada en importantes cambios como, por ejemplo, la posibilidad de reelección presidencial indefinida.
Chávez, que trata de encaminar a Venezuela hacia lo que llama el "socialismo del siglo XXI", expuso su propuesta ante el Parlamento, donde una multitud se congregó para respaldar al gobernante.
Los aliados políticos del presidente, que controlan el cien por cien del Congreso, prometieron aprobar la propuesta en pocos meses, tras lo cual debería ser sometida a un referéndum popular.
"Independientemente del resultado, lo que estoy haciendo modestamente es presentar una propuesta. Es mi responsabilidad y así lo asumo ante el país por todo lo que contiene esta propuesta", aseveró Chávez en alusión a la próxima labor de los legisladores y un posterior referendo.
Asimismo, el mandatario aseguró que su iniciativa tan solo propone la reforma de un 10 por ciento del texto constitucional, si bien admitió que muchos de los artículos tendrán impacto en otras normas constitucionales.
Mientras, sus adversarios le acusan de tratar de controlar todos los ámbitos de la vida de los venezolanos al igual que lo hace su amigo y aliado cubano Fidel Castro. Y consideran que el objetivo principal de la reforma es ampliar el poder del líder venezolano y dar apoyo legal a su intención de gobernar más allá de 2013, fecha en la que finaliza su mandato.
"Como en 1999, Chávez lo que busca es reducir los predios de la oposición y darle piso legal a su intención de seguir en el poder. Todo lo demás son trapos rojos para distraer a los venezolanos de su verdadero objetivo", comentó el ex legislador opositor Gerardo Blyde.
Por su parte, Chávez rechaza esas aseveraciones y dice que las libertades democráticas se han ampliado desde que fue elegido presidente por primera vez en 1998. El ex teniente coronel del Ejército niega que intente imitar a Cuba, pese a elogiar repetidamente su modelo político y defiende que como ningún otro, su Gobierno ha dado poder a los pobres al concederles una participación política mayor en la toma de decisiones, e insiste en que las libertades personales serán respetadas.
Chávez vaticinó que una inmensa mayoría de venezolanos respaldará su propuesta de reformar la constitución, pero también pronosticó una férrea batalla política con sus opositores.